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El Estado es hostil hacia el pueblo; no quiere y no puede tomar medidas sustanciales para su protección
La Oficina de Prensa del Comité Central del KKE emitió el siguiente comunicado sobre los problemas que han surgido en todo el país a causa del mal tiempo:
“Ciudades desprotegidas y el pueblo indefenso ante un Estado podrido y hostil, que no quiere y no puede tomar ni siquiera medidas sustanciales de protección frente a los fenómenos naturales.” Esta es la conclusión que se desprende del mal tiempo que hasta el momento les han costado la vida a 2 personas, 4 personas están desaparecidas, infraestructuras han sido destrozadas, viviendas, tiendas, cultivos y coches han sido inundados, etc.
La actitud del gobierno, de las autoridades de la prefectura y de los municipios que atribuyen las consecuencias a la intensidad del fenómeno es una vez más la coartada “conveniente” para la falta continua de obras modernas contra las inundaciones y de infraestructura y redes, para la construcción desordenada, la falta de toma de medidas incluso básicas, como la limpieza de arroyos, puesto incluso que hubo una previsión temprana de la intensidad del mal tiempo. En particular, en algunas regiones como Magnesia y el norte de Eubea que habían sufrido de incendios recientemente, esta necesidad resulta aún más urgente y, por lo tanto, la responsabilidad es aún más mayor.
Piensen en cuáles serían los resultados si un fenómeno similar sucediera en Ática -que ha sido deforestada- donde, según quejas oficiales, no se ha limpiado ningún arroyo en Ática Occidental y Oriental, mientras que las obras de protección contra las inundaciones avanzan a cuentagotas.
La respuesta del gobierno y del aparato estatal a todo lo anterior ha sido exactamente la misma que en el caso de los incendios, es decir "sálvese quien pueda" o "quédense en casa".
No es una “vía de sentido único” sufrir de incendios en verano y de inundaciones en el resto del año, no se puede aceptar como “normalidad” que el pueblo esté continuamente a merced de los fenómenos meteorológicos, como nos quieren convencer el gobierno y sus portavoces. Existen todas las posibilidades científicas y tecnológicas para predecir con antelación, pero también para proteger a la población.
El problema es la política del gobierno actual y de todos los anteriores, de las autoridades de las prefecturas y los municipios, que abordan la necesaria protección contra inundaciones e incendios como un “coste innecesario”, mientras al mismo tiempo dan prioridad a los proyectos que producen beneficios para el capital. Son las directrices de la Unión Europea las que no consideran estos gastos “subvencionables”. El Estado burgués sólo sirve a las ganancias y, por lo tanto, no quiere ni puede implementar una planificación integrada en la urbanización, en la ordenación del territorio, en la protección civil, que realmente sirva a las necesidades contemporáneas del pueblo.
El KKE exige al gobierno y a todas las autoridades de las prefecturas y los municipios que tomen ahora mismo todas las medidas necesarias para proteger la vida y la propiedad del pueblo, para apoyar a los afectados en lo que concierne su alojamiento, alimentación, etc., para restaurar las redes de distribución de agua y de suministro de electricidad, para compensarles plenamente por los daños que han sufrido.”
07.09.2023