El domingo 30 de noviembre, agricultores griegos empezaron a bloquear las carreteras principales con sus tractores y otros medios agrícolas. El Gobierno recurrió a la represión con gases lacrimógenos, antidisturbios y detenciones para hacer frente a los agricultores, pero su esfuerzo fue en vano gracias a la masividad, la determinación y la desobediencia organizada de los agricultores que luchan por su supervivencia.

Los agricultores luchan por su futuro, para evitar su exterminio definitivo. Luchan por tener la oportunidad de ganarse dignamente la vida con su trabajo en sus pueblos.

Exigen que se apoye su renta, que se está reduciendo debido a la política que siguen los gobiernos desde hace tiempo, al servicio de los intereses de los grupos empresariales y aplicando las directrices de la PAC de la UE.

Estas políticas, con el fin de servir a los intereses de un puñado de explotadores de su trabajo, han disparado los costes de producción, los dejan desprotegidos a merced del clima y de diversas enfermedades, sin indemnizarlos íntegramente por los daños en su producción, mantienen bajos los precios de sus productos, privándoles de una vida digna y conduciéndolos a la pobreza y la miseria.

En las movilizaciones de los agricultores también participan los ganaderos, que sufren importantes pérdidas por la epidemia de viruela caprina y ovina y se encuentran en una situación difícil debido a las políticas criminales del Estado burgués, que, aplicando las disposiciones de la PAC de la UE, sacrifica a las ovejas y cabras infectadas. Ya se han sacrificado más de 400.000 ovejas y cabras. Además, el Estado se niega a vacunar a los animales, no por razones científicas, sino por los intereses de un puñado de monopolios que exportan queso feta griego, cuya rentabilidad podría verse afectada por las posibles restricciones a las exportaciones del queso feta impuestas por otros países debido a la vacunación.

El KKE, así como muchos sindicatos obreros, apoyan la justa lucha de los agricultores y ganaderos.

01.12.2025