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Para el 15o Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Lisboa

 

Artículo del G.Marinos, Miembro del Buró Polític

Publicado en el diario Rizospastis el 15/12/13

Después del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros que tuvo lugar los días 8,9,10 de noviembre de 2013 en Lisboa, organizado por el Partido Comunista Portugués, se ha observado una cierta actividad y representantes de varios partidos comunistas están tratando de analizar lo que ha pasado desde el punto de vista de su propio análisis ideológico-político.

El KKE toma parte en este debate con el fin de destacar los asuntos que enfrenta el movimiento comunista, informar a los comunistas a nivel internacional sobre los acontecimientos reales y las posiciones de los partidos.

1. El KKE justo después de la contrarrevolución ha prestado atención especial para el reagrupamiento del movimiento comunista.

Ha contribuido a la concentración de fuerzas y a la realización de los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros, combatiendo grandes dificultades y en particular posiciones que rechazaban la presencia distintiva de partidos comunistas y aspiraban mezclarse con fuerzas oportunistas, tradicionales o “nuevas”–mutadas, en el nombre de la actividad conjunta de la “izquierda”.

Nuestro partido ha prestado importancia particular a destacar objetivos comunes y desarrollar la actividad conjunta a pesar de las diferencias ideológico-políticas y trató, con la contribución de otros partidos comunistas, de establecer los Encuentros Internacionales que tuvieron lugar en Atenas desde 1998 hasta 2004 y posteriormente se celebraron en otros países.

Nuestro partido insiste en particular en la unidad del movimiento comunista. Se trata de un problema difícil y complejo, que puede resolverse solamente a través de la creación de bases sólidas apoyadas en la cosmovisión marxista-leninista, en los principios de la lucha de clases, en la estrategia revolucionaria. Sobre esta base se puede fortalecer el verdadero carácter comunista de los partidos comunistas, se puede conquistar la unidad clasista de la clase obrera y la alianza con los sectores populares, se puede lograr la concentración y preparación de fuerzas obreras y populares por el derrocamiento de la barbarie capitalista, por el socialismo-comunismo.

Es obvio que la unidad revolucionaria del movimiento comunista tiene condiciones de mayor exigencia; no se puede lograr sin un eje estratégico, sin la combinación de la teoría y la práctica revolucionaria que plantea como tarea diaria la preparación de los propios partidos comunistas y de la clase obrera para responder a las necesidades del conflicto contra el sistema de explotación capitalista, el capital y sus representantes políticos, el oportunismo, que es un cáncer en las filas del movimiento comunista.

El punto de vista que conecta la unidad del movimiento comunista con la posición simplista “unidad en torno a lo que estamos de acuerdo”, impide el debate y hace caso omiso la necesidad de elaborar una estrategia revolucionaria y de adaptar los partidos comunistas a las grandes exigencias de la lucha de clases, por la abolición de la explotación del hombre por el hombre.

Los deja indefensos ante la labor corrosiva de las fuerzas burguesas y oportunistas que tratan de asimilar los partidos comunistas en el parlamentarismo, castrarlos y convertirlos en parte del sistema político burgués, con colaboraciones sin principios, con la participación en gobiernos de gestión burguesa que llevan la etiqueta de “izquierda”-“progresista”, atrapando en la lógica de la colaboración de clases, apoyando las uniones imperialistas, tal como sucede con los partidos comunistas del llamado Partido de la Izquierda Europea, así como con otros partidos comunistas que siguen el mismo camino.

2. El KKE, a pesar de las dificultades, ha contribuido a la emisión de comunicados comunes en los Encuentros Internacionales y otros de los partidos comunistas. Sin embargo, nuestro partido ha dejado claro que el compromiso en temas de importancia estratégica y la búsqueda de formulaciones que mitigan los desacuerdos en el nombre del acuerdo sobre un comunicado común, no contribuye a la información correcta y objetiva de los comunistas, de la clase obrera, de los pueblos.

Esto crea confusión, no permite la comprensión de la situación real e impide el desarrollo de la reflexión sobre las causas de los problemas, la necesidad de una estrategia revolucionaria única que fortalecerá la lucha distintiva del movimiento comunista por los intereses de la clase obrera, de los sectores populares, en todo el mundo.

En el 15º Encuentro Internacional en Lisboa no fue posible emitir un comunicado común debido a las diferentes aproximaciones sobre cuestiones muy importantes. Dado que se expresan opiniones que “enturbian las aguas” y distorsionan los acontecimientos, queremos hacer referencia a ciertos temas.

El KKE, incluso antes del Encuentro Internacional, tomó una posición concreta ante el primer proyecto de comunicado común y sostuvo que no podía ser la base de discusión sin que se hicieran cambios significativos. Planteó una serie de observaciones y propuestas igual que otros partidos comunistas. Desafortunadamente, las propuestas básicas de nuestro partido no se tomaron en cuenta.

Las observaciones del KKE incluían, entre otros asuntos, los siguientes temas:

En relación con el concepto del imperialismo: El KKE trata este concepto tal como fue establecido por V.I.Lenin, como la última y superior fase del capitalismo. Lamentablemente, en el proyecto de Comunicado Común, este asunto crucial no se plantea correctamente y varios puntos dejan espacio para la mala interpretación de este concepto, que se limita y se trata meramente como una política exterior agresiva.

La causa y la naturaleza de la crisis capitalista: Hoy nos enfrentamos a una profunda crisis económica capitalista de sobreproducción y sobreacumulación de capital, cuya causa radica en la contradicción básica entre capital y trabajo, rechazando las caracterizaciones como crisis “financiera”, “estructural”, que oscurecen el carácter de la crisis capitalista y sus causas.

El tema de las alianzas sociales: El KKE apoya una línea política de alianzas de la clase obrera con los demás sectores populares pobres, como son el campesinado pobre, las capas pequeñoburguesas pobres urbanas y rurales. En ningún caso puede estar de acuerdo con alianzas con sectores de la burguesía denominados “capas antimonopolistas”.

La postura hacia los llamados países “emergentes”: Los problemas que confrontan estos países hoy día, en los que predominan las relaciones de producción capitalistas, no son “importados” del extranjero, como señalaba el proyecto de Comunicado Común, sino que son el resultado del propio modo de producción capitalista de estos países.

Lo mismo se puede decir con respecto a los acontecimientos en América Latina. El KKE sigue atentamente los desarrollos y los procesos, expresa su solidaridad con la lucha de los partidos comunistas y con los pueblos, pero critica la política que se aplica en países capitalistas con una base monopolista fuerte que juegan un papel especial en el antagonismo interimperialista y donde se pone en práctica una estrategia que sirve a los intereses y la rentabilidad del capital a expensas de la clase obrera y de los sectores populares que viven en condiciones de explotación.

Las reformas en el marco del capitalismo: El KKE lucha en nuestro país para que se logren conquistas a favor de los trabajadores, como por ejemplo sobre la cuestión de la lucha por un sistema de educación, de salud y de bienestar exclusivamente público y gratuito, por el aumento de los salarios y las pensiones etc. Vincula esta lucha con el cambio radical de la sociedad, con el poder obrero y la socialización de los monopolios. Es perjudicial sembrar ilusiones de que en el marco del capitalismo el sistema de explotación puede ser “corregido” a través de reformas.

La cuestión de las uniones capitalistas interestatales: La Unión Europea es una unión interestatal capitalista reaccionaria debido a su carácter de representante de los monopolios europeos y cuya agresividad contra los pueblos no se debe solamente a la profundización de la unificación capitalista (integración). Lo mismo sucede con las demás uniones interestatales, que aparecen en el terreno del capitalismo en Asia, Eurasia, América Latina etc. Están al servicio de grandes grupos empresariales y los trabajadores no deben elegir entre imperialistas y “centros” imperialistas.

Las contradicciones entre los países capitalistas: La competencia entre potencias capitalistas “viejas” y nuevas emergentes tiene que ver con las cuotas de mercado, el control de los recursos naturales, las rutas de transporte de productos, los tubos etc. Cada clase burguesa, en base a su poder (económico, político, militar) es un “depredador”, más grande o más pequeño, que explota la fuerza de trabajo, y además pretende fortalecer su papel en los asuntos internacionales.

Por lo tanto, consideramos que la clase obrera no puede ponerse al lado de ninguna clase burguesa, en contraste con diversas formulaciones que existían en el proyecto de Comunicado Común.

En el tema de América Latina, en particular, el proyecto de Comunicado Común llegaba al punto de considerar que algunos gobiernos burgueses de potencias capitalistas fuertes, algunos países imperialistas que pertenecen en los G20 dan un impulso… a la lucha antiimperialista. Se pasa por alto fácilmente el hecho de que estos gobiernos administran el poder estatal burgués con el fin de fortalecer los monopolios que predominan en sus economías.

Sobre la cuestión: ¿revolución o reforma? El KKE considera que en este asunto los Partidos Comunistas y Obreros pueden dar una sola respuesta: ¡Revolución! Desafortunadamente, el proyecto de Comunicado Común en varios puntos se refería a “procesos de construcción de la soberanía y soluciones alternativas en base al progreso social”, o de “conquistas de posiciones en las instituciones” a través de las cuales tendrán lugar “cambios en el contenido clasista del poder”.

La experiencia de los Partidos Comunistas con respecto a opciones de gestión del capitalismo es dolorosa y el ejemplo del “Eurocomunismo” es bien conocido por todos. Tales posiciones crean confusiones e ilusiones, embellecen el poder burgués, desarman el movimiento obrero y popular. La experiencia del golpe de Estado en Chile, que este año es su 40 aniversario, es ilustrativa y no permite apoyar estas posiciones.

El frente contra el oportunismo: Es necesario destacar las responsabilidades de las fuerzas oportunistas que han causado gran daño al movimiento comunista, a la lucha de la clase obrera.

Las alianzas políticas con otras fuerzas: La alianza de la clase obrera con los demás sectores populares es un asunto crucial. La política de alianzas, la concentración y la preparación de fuerzas están determinadas por el objetivo estratégico de derrocar la barbarie capitalista y no se pueden integrar en juegos de gestión desde arriba con la socialdemocracia y el oportunismo.  

Sobre los “modelos” del socialismo: Se ha destacado que detrás de la discusión sobre el “rechazo de los modelos” se manifiesta claramente un problema de rechazo de las leyes científicas de la revolución y de la construcción socialista, como es la necesidad del poder obrero (la dictadura del proletariado), la socialización de los medios de producción, la planificación central. Históricamente, en el Movimiento Comunista Internacional, detrás de los “modelos nacionales” y la “diversidad de los caminos hacia el socialismo” se escondían la revisión de nuestra teoría y la justificación del alejamiento de los principios comunistas. Desde este punto de vista, nuestro partido no puede estar de acuerdo con formulaciones que crean confusión y reproducen teorías oportunistas y socialdemócratas como el llamado “socialismo del siglo 21”.

3. En el “Grupo de Trabajo” (está encargado de la responsabilidad de preparar los Encuentros Internacionales), que se reunió en Lisboa con la participación de un número significativo de partidos comunistas, se comprobó que el proyecto de comunicado común no constituía una base de discusión y esto se repitió también en la sesión plenaria de los partidos comunistas. Hubo un acuerdo en el marco de las actividades comunes para el período próximo para el desarrollo de la actividad en relación con los problemas populares agudos para la expresión de la posición común de los partidos comunistas en una serie de asuntos.

La delegación del KKE, tanto en el “Grupo de Trabajo” como en la sesión plenaria de los partidos comunistas, planteó de manera concreta y comprobada las posiciones del partido sobre asuntos básicos en los que se expresaron desacuerdos.

En su intervención en la sesión plenaria de los partidos comunistas, la delegación del KKE subrayó entre otras cosas que:

«El comunicado común fue cargado desde el principio con asuntos significativos de importancia estratégica sobre los cuales las diferentes aproximaciones del KKE y de otros partidos comunistas fueron conocidas. El texto estaba impregnado de la percepción de que entre el capitalismo y el socialismo existe un sistema socio-económico intermedio y por lo tanto un poder intermedio, pero esto no tiene ninguna relación con la realidad.

El texto habla de cambios antimonopolistas revolucionarios en el terreno del capitalismo. Se trata de una utopía, una desorientación y embellece el sistema de explotación.

¿Qué significa “financiarización” de la economía? Esta es la posición básica del análisis burgués y oportunista. Oculta la esencia de la crisis capitalista. Remite al llamado “capitalismo casino” y conduce a la búsqueda de un capitalismo “saludable”, “productivo”.

Apoyamos la revolución cubana, seguimos los acontecimientos, expresamos nuestra solidaridad.

Discutimos con el Partido Comunista de Vietnam pero tenemos una opinión diferente con respecto al llamado “socialismo de mercado capitalista”. El socialismo tiene reglas científicas concretas y hay un alto precio a pagar por su incumplimiento.

Hemos discutido sobre el tema China y decimos con datos que allí han predominado las relaciones capitalistas de producción. En 2013, 400 capitalistas chinos han aumentado su fortuna por 150 mil millones de dólares.

Es obvio que no podemos apoyar los gobiernos burgueses en América Latina incluso si participan o si tienen el apoyo de partidos comunistas. Por ejemplo, Brasil es un país imperialista poderoso con monopolios fuertes, con enormes ganancias por un lado y por otro lado con 55 millones de personas indigentes.

En la intervención del KKE se destacó en conclusión que el proyecto del comunicado común da una dirección equivocada a la lucha, lleva a la incorporación al sistema, impide el proceso de ajuste de la estrategia del movimiento comunista a las necesidades de la lucha de clases, por el socialismo”.

El debate que se llevó a cabo en el Encuentro Internacional fue rico y la experiencia puede ser utilizada para reflexionar, sacar conclusiones y el KKE contribuirá en ello. Lamentablemente, algunas contribuciones, entrevistas etc. de representantes de partidos comunistas después del encuentro, proporcionan interpretaciones arbitrarias que dan lugar a preguntas.

¿Qué significa por ejemplo la posición que dice que los partidos comunistas que no estaban de acuerdo con el comunicado no tienen ninguna responsabilidad en la dirección del Estado o son pequeños?

Se trata de una posición peligrosa de distinción de los partidos comunistas con criterios burgueses. ¿Desde cuando es negativo que un partido comunista no participe en el juego de la gestión burguesa?

Esto es una tarea y una precondición para la lucha independiente de los partidos comunistas por el reagrupamiento del movimiento comunista y obrero, popular.

La relación con la socialdemocracia, el apoyo y la participación en los gobiernos burgueses que administran el poder de los monopolios y explotan a los pueblos es un desarrollo verdaderamente negativo.

¿Cuál es el objetivo de la discusión acerca de partidos comunistas “grandes” y “pequeños” con criterios parlamentarios?

¿Porque es “pequeño” un partido que lucha consecuentemente por el derrocamiento del capitalismo, lucha para establecer una base en el movimiento obrero con grandes sacrificios y con dirigentes asesinados por los mecanismos de la patronal y del Estado burgués? ¿Por qué es “grande” un partido que absolutiza la actividad parlamentaria y fomenta ilusiones de que a través del parlamentario burgués se pueden resolver los problemas populares y se pueden satisfacer las necesidades populares?

La experiencia histórica enseña que masivamente los partidos comunistas que absolutizaron el parlamentarismo y se separaron de la línea revolucionaria, fueron despreciados, rompieron sus relaciones con la clase obrera, se condujeron al oportunismo, a un espiral descendiente corrosivo, como los partidos comunistas en Francia, España e Italia.

Hay partidos comunistas sin representación parlamentaria que luchan en condiciones de anticomunismo intenso, dando prioridad a los centros de trabajo enfrentándose con muchas dificultades y tratan de elaborar una estrategia y tácticas revolucionarias. Hay partidos comunistas con representación parlamentaria que apoyan la UE y su estrategia, que han renunciado a la vía revolucionaria desde hace mucho tiempo, como son los partidos en la dirección del Partido de la Izquierda Europea (PIE).

Cada partido toma responsabilidad de la posición que adopta.

El KKE considera que los problemas del movimiento comunista no pueden ser tratados con aforismos sino a través de la discusión esencial en asuntos cruciales de importancia estratégica y con el objetivo del reagrupamiento revolucionario. Los y las comunistas en todo el mundo tienen una causa y deber de participar en este proceso.

 

Giorgos Marinos

Miembro del Buró Político del CC del KKE