No es casualidad que la KNE en los últimos 4 años se destaca como la segunda fuerza en las elecciones estudiantiles a nivel nacional, con más de 20%.
Los comunistas tanto en el Parlamento griego (el KKE tiene 15 diputados), como en el Parlamento Europeo (donde tiene 2 eurodiputados), y en las filas de los miles de manifestantes que se movilizaron muchas veces por sus derechos obreros y populares, así como fuera de las bases y de los cuarteles de la OTAN, se opusieron firmemente contra las guerras imperialistas y contra la participación de Grecia en ellas, contra la transformación de nuestro país en una cabeza de puente para la promoción de los planes de EE.UU, de la OTAN, de la UE en el Oriente Medio, en África, en Ucrania, en el mar Negro etc. Defendieron la retirada de las uniones imperialistas de la OTAN y de la UE, de todas las alianzas imperialistas, lo cual se puede garantizar solamente por un gobierno obrero en Grecia. Solo el poder obrero puede garantizar que se pondrá un fin a las medidas antiobreras y antipopulares, mediante la socialización de los medios de producción, la planificación científica de la economía y el control obrero.
El 20o Congreso de nuestro Partido, celebrado a finales de marzo de 2017, en que pusimos el listón aún más alto, abordó la cuestión de cómo trabajar de manera más eficaz. Planteamos la tarea inmediata del fortalecimiento del KKE para que nuestro partido sea capaz, como partido del derrocamiento social, de llevar a cabo su papel histórico de vanguardia. Un partido capaz de dirigir la lucha de la clase obrera y de todo el pueblo, por el reagrupamiento del movimiento obrero sindical, la promoción de la Alianza Social en dirección antimonopolista-anticapitalista, contra la guerra imperialista, por el poder obrero.
Porque nosotros sabemos muy bien que la Revolución de Octubre no fue ni un "accidente de la Historia", ni un "golpe de estado desastroso" llevado a cabo por los bolcheviques, como dicen y escriben los burgueses, ni tampoco una revolución "inmadura y temprana" según dicen varios renegados, oportunistas, aventureros.
La Revolución de Octubre fue el evento histórico transcendental que marcó el comienzo de la época en que la clase obrera se convirtió en el protagonista del desarrollo de los acontecimientos y empujó hacia delante la rueda de la Historia, tomando el poder y organizando las nuevas relaciones socialistas-comunistas de producción, reformando el conjunto de la sociedad.
Esta evaluación sigue siendo válida ya que hoy el capitalismo que está en su fase imperialista, predomina a nivel global, ya que las relaciones socialistas que sobreviven todavía en algunos países son solamente los remanentes del primer intento de construir el socialismo que comenzó en 1917 y continuó en varios países durante todo el siglo 20.
Actualmente, el socialismo es más vigente y necesario que nunca antes en la historia de la humanidad. Esto, igual que el carácter socialista de la revolución de nuestra época, no depende de la correlación de fuerzas que existe en cada fase, sino que surge de los callejones sin salida del capitalismo, del hecho de que han madurado las condiciones previas para el paso a la nueva sociedad.
Hoy día, los antagonismos imperialistas se han agudizado aún más. Las grandes contradicciones respecto a la distribución de los mercados, el control de los recursos naturales, de las rutas de transporte de energía, de mercancías, el control geo-político. Se están creando nuevas alianzas y bloques de fuerzas, aumentando los peligros de conflictos militares.
En el marco de estos conflictos, el Movimiento Comunista Internacional, cada Partido Comunista, debe elaborar su propia linea de lucha. Una línea para el derrocamiento de la barbarie imperialista que trae crisis económicas, pobreza, desempleo y guerras o "paz" con la pistola en la cabeza de los pueblos. Y esto se debe hacer a través del estudio de la experiencia histórica, rechazando conscientemente los análisis erróneos de décadas anteriores que aparte de la ineficacia, llevaron a las fuerzas revolucionarias en la sociedad al desarme y a un mayor desconcierto.
Según demostró la experiencia del Octubre, así como el curso internacional del movimiento obrero revolucionario, no hay lugar para una cooperación-alianza con la burguesía en su conjunto o con ciertos sectores de esta, en nombre de la defensa de la democracia burguesa, de la "humanización del capitalismo", de una etapa inmediata de transición al socialismo o bajo el pretexto de evitar a las "fuerzas extremas a favor de la guerra".
La burguesía y su poder socavan y suprimen los derechos y las conquistas obreros y populares, e incluso en "condiciones de paz" preparan guerras. La consolidación de la lucha anticapitalista-antimonopolista por el socialismo requiere la alianza de la clase obrera con los campesinos pobres, los artesanos y los trabajadores autónomos.
La línea de la socialdemocracia desde principios del siglo pasado hasta el presente ha fracasado, ha hecho gran daño, ha llevado a la derrota del movimiento comunista revolucionario, ha asimilado a fuerzas obreras en el sistema de explotación capitalista, ha llevado al desarme a fuerzas militantes y progresistas del desarrollo social. Es por ello que en la pregunta "¿reforma o revolución?" nosotros respondemos "revolución", porque ningún órgano del poder burgués no se puede humanizar. Esto, al igual que el papel indispensable del partido comunista, derivan de nuestra teoría, del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.
La construcción socialista, como primera fase inmadura de la sociedad comunista, destacó las leyes científicas que debe conocer y no violar la vanguardia revolucionaria, para erradicar de manera consciente y planificada las semillas de la contrarrevolución. Más en concreto, la teoría del "socialismo de mercado" es perjudicial para la construcción y la perspectiva socialistas que en la antigua URSS se hizo de manera gradual a través del deslizamiento oportunista durante un período de tiempo que comenzó en 1956 y se manifestó violentamente en 1991, con la disolución definitiva de la URSS y del PCUS.
La experiencia histórica ha mostrado que los problemas que surgieron a lo largo de la construcción socialista, fueron interpretados de manera errónea como debilidades inherentes de la planificación central. Se buscó entonces una solución dando pasos atrás, es decir en la expansión del mercado, en vez de dar un paso hacia delante expandiendo y fortaleciendo las relaciones de producción socialistas-comunistas.
Hoy día, sacamos las conclusiones correctas de nuestra Historia y nos volvemos más fuertes. Nos armamos mejor a nivel ideológico y político para las batallas de clase de hoy y del futuro. Nuestra arma es el internacionalismo proletario, nuestra lucha común, la solidaridad clasista y camaraderil que es necesaria contra el aislamiento nacional y contra el cosmopolitismo imperialista.
El KKE, que en 2018 celebrará el 100 aniversario de su fundación, seguirá al PCOR en la organización del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros. Con el XX Encuentro Internacional, que se celebrará en Atenas, así como con otras formas, intentaremos contribuir a que el movimiento comunista internacional que hoy está dividido y enfrenta grandes dificultades, dé pasos en el curso de su reagrupamiento revolucionario, porque esta es la única perspectiva.
Les deseamos a los lectores de "Sovetskaya Rossiya" que tengan salud y fuerza para las nuevas luchas de 2018. Nuestro futuro no es el capitalismo, sino el nuevo mundo de las revoluciones socialistas, de la construcción socialista-comunista.
¡Les deseos a todos y a todas un feliz Año Nuevo!
Publicado el 28/12/2017 - http://sovross.ru/articles/