La victoria sobre el nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial, constituye un acontecimiento álgido de la Historia, cuya memoria es necesaria preservar y defender ante reiterados intentos de falsificación histórica, que lo que persiguen es que se olvide el papel determinante que desempeñaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los comunistas y antifascistas de todo el mundo.
Generado por el capitalismo, el nazi-fascismo fue la expresión más terrorista del capital monopolista. Fue responsable por el desencadenamiento de esa guerra de agresión y rapiña que provocó cerca de 75 millones de muertos, de los cuales casi 27 millones de ciudadanos soviéticos, numerosos sufrimientos y el horror de los campos de concentración nazis. Los pueblos no pueden igualmente olvidar, páginas negras como los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki por parte de los EE. UU., sin justificación militar, que representaron una demostración de su poderío y objetivos hegemónicos a nivel mundial.
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), fue el resultado del agravamiento de las contradicciones inter-imperialistas y, simultáneamente, del objetivo de destrucción del primer Estado socialista, la URSS, expresado, particularmente, en el apoyo y connivencia del Reino Unido, Francia y EE. UU. con el rearme y ambición expansionista de la Alemania nazi.
Celebrando el 75º Aniversario de la Victoria en el histórico día 9 de Mayo de 1945, los partidos comunistas y obreros que firman este documento, convencidos de que interpretan los sentimientos y deseos de los trabajadores y de los pueblos del mundo:
- Rinden homenaje a todos los que entregaron su vida en los campos de batalla contra las hordas nazi-fascistas y especialmente a los heroicos resistentes y combatientes antifascistas y a los heroicos pueblo soviético y Ejército Rojo, dirigidos por el Partido Comunista, cuya participación, escrita en páginas heroicas como las batallas de Moscú, Leningrado o Stalingrado, fue decisiva para la Victoria sobre la barbarie.
- Consideran que la Victoria sobre la Alemania nazi y sus aliados del Pacto Anti-Komintern, fue alcanzada gracias a la contribución decisiva de la URSS, a la naturaleza de clase del poder soviético, con la participación de las masas populares, al papel dirigente del Partido Comunista, a la superioridad demostrada por el sistema socialista. Esta victoria constituye un enorme legado histórico del movimiento revolucionario.
- Valoran los avances extraordinarios en el proceso de emancipación social y nacional de los trabajadores y de los pueblos que la Victoria y el avance de las fuerzas de progreso social y de la paz posibilitaron, con el alargamiento del campo de los países socialistas a Europa, Asia y América Latina, las conquistas del movimiento obrero en los países capitalistas, el impetuoso desarrollo del movimiento de liberación nacional y la consecuente liquidación de los imperios coloniales.
- Denuncian y condenan las campañas que intentan disminuir, distorsionar y negar el papel de la URSS y de los comunistas en la derrota del nazi-fascismo y, además, incluso culpar injusta y falsamente a la Unión Soviética por el inicio de la Segunda Guerra Mundial, apagar las responsabilidades del gran capital (y de los gobiernos a su servicio), en la promoción y ascensión del fascismo y en el desencadenar de la guerra, y blanquear y rehabilitar el fascismo, al mismo tiempo que destruyen los monumentos y la memoria del Ejército soviético libertador, promueven el anticomunismo y criminalizan a los comunistas y a otros antifascistas.
- Denuncian y condenan las resoluciones anticomunistas de la UE y el intento de falsificación histórica y calumniosa de equiparar el socialismo al monstruo del fascismo.
- Alertan que el imperialismo apuesta cada vez más por el fascismo y por la guerra como “salida” para la profundización de la crisis del sistema capitalista, cuyo carácter deshumano se vuelve particularmente evidente cuando, ante el gravísimo surgimiento epidémico del Covid-19, el imperialismo, los EE. UU., la OTAN, la UE y potencias capitalistas aliadas suyas, continúa con una criminal política de bloqueos y agresiones contra países y pueblos.
- Consideran que la lucha por la paz, por el progreso social y por el socialismo son inseparables; y se comprometen a contribuir para el fortalecimiento de la acción común de la clase obrera, de los trabajadores y de los pueblos de todo el mundo, de las fuerzas políticas interesadas en parar el camino al fascismo y en la lucha contra el imperialismo, las agresiones imperialistas y una nueva guerra de trágicas proporciones.
La situación con la que los trabajadores y los pueblos del mundo se enfrentan, recalca lo importante de reforzar la lucha antiimperialista, por la soberanía de los pueblos y la independencia de los Estados, por los derechos de los trabajadores y de los pueblos, en el camino de la superación revolucionaria del sistema capitalista, que genera el fascismo, la guerra, injusticias, peligros y contradicciones en la actualidad. Tal y como sucedió hace 75 años atrás, es la lucha de los comunistas y de todos los que enfrentan la explotación y opresión capitalistas que abrirá caminos de futuro para la Humanidad.
