Los rápidos desarrollos en Afganistán, con el colapso del gobierno títere, que había surgido en el país después de la intervención imperialista de los EE.UU., la OTAN y sus aliados, y el ascenso al poder del movimiento oscurantista de los Talibanes, un movimiento que fue apoyado inicialmente por los EE.UU. y las fuerzas capitalistas de diversas maneras, muestran que los tormentos del pueblo de Afganistán no acaban.
Se demuestra claramente que la intervención de los EE. UU. en 2001, con el pretexto de la "lucha contra el terrorismo" y del ataque a los Torres Gemelas, tuvo en realidad otros objetivos, principalmente el control del “vientre blando” de Rusia y China, en el marco del antagonismo de estas fuerzas con los EE.UU.
El gobierno de Biden sigue mintiendo, promoviendo el "ahorro de los recursos económicos del pueblo" como el motivo del retiro de las fuerzas militares de los EE.UU. Tiene otros objetivos, como el cambio de la atención de los EE.UU. hacia otros "frentes", como la región del Pacífico, así como el intento de formar un “ambiente de inestabilidad” en Asia Central, conveniente para ellos con la "instrumentalización" de los desarrollos de Afganistán. Se muestra que hoy los Talibanes se favorezcan a través de estos antagonismos interimperialistas.
El KKE, desde el primer momento había denunciado la intervención en Afganistán, había desmentido los pretextos de los EE.UU., la OTAN, la UE, había denunciado las responsabilidades a lo largo del tiempo de todos los gobiernos griegos (ND, SYRIZA, PASOK, etc.), que desde el 2001 hasta hoy han apoyado la implicación de nuestro país y de las fuerzas armadas griegas en Afganistán. Por todos los medios disponibles el KKE había exigido la retirada de las fuerzas griegas de Afganistán y cualquier misión imperialista en el extranjero.
Ahora los diversos mecanismos burgueses derraman lágrimas de cocodrilo por la situación del pueblo en Afganistán, especialmente por la posición de las mujeres. Estos son los mismos mecanismos que apoyaron en el pasado y continúan a apoyar a regímenes que implementan medidas similares contra las mujeres en sus proprios países.
Estos son los mismos mecanismos que en otras épocas históricas (p. ej. en la década de los 80) habían apoyado rabiosamente el movimiento oscurantista de los Muyahidines (en el seno del cual surgieron los Talibanes) que luchó contra la Revolución Popular y el apoyo militar e internacionalista de la URSS.
Con la misma hipocresía se refieren también al aumento esperado del problema de los refugiados, mientras los mismos desarrollos demuestran lo que todos quieren ocultar, es decir, que los refugiados son, en última instancia, víctimas de guerras e intervenciones.
Hoy día surge la necesidad de la lucha del pueblo contra cualquier fuerza reaccionaria y oscurantista, inextricablemente ligada a la lucha contra el sistema capitalista y las fuerzas y planes imperialistas que generan y utilizan tales fuerzas.
16/8/2021
