28. El período transcurrido desde el XX Congreso hemos librado luchas importantes en condiciones en las que hubo rápidos desarrollos en la economía capitalista. La crisis capitalista fue seguida de una recuperación débil y una nueva crisis capitalista en condiciones de pandemia, que objetivamente dio origen a nuevos requisitos en la lucha y nuestra intervención en el movimiento obrero-sindical. Durante ese tiempo buscamos aclarar de manera oportuna y acertada la naturaleza de los desarrollos, fortalecer los elementos del debate en cada fase, elaborar tácticas, lemas, marcos de lucha. Esto nos permitió tomar la iniciativa y desarrollar acción avanzada. Sin embargo, hemos evaluado que el contenido del enfrentamiento y esta orientación no fueron asimilados a tiempo por todos los miembros del Partido. Sin embargo, se ha adquirido una gran experiencia en cómo se ha intensificado la lucha contra la estrategia del capital y cómo han respondido los Órganos de dirección y los Grupos Partidarios.
Ha habido varios casos en los que grupos empresariales han impulsado o incluso montado descaradamente "movilizaciones obreras", han utilizado sus empleados con el fin de reclamar al gobierno mayor apoyo que sus competidores, aprovechando el miedo de los trabajadores de que si la empresa no recibe apoyado, serán despedidos. En tales condiciones, se intensifican la manipulación y la presión sobre los trabajadores. Los asuntos “urgentes” que los preocupan como lo que ocurrirá con los puestos de trabajo, sus ingresos, el futuro incierto en condiciones de alto desempleo, son insoportablemente apremiantes. Es necesario que haya precedido una fuerte intervención ideológica y política y la experiencia de las luchas, para que los trabajadores puedan aguantar, promover sus propias demandas y no sucumbir a las aspiraciones de los patrones.
Los grandes proyectos de inversión, por los que chocan los monopolios, utilizan metódicamente las movilizaciones populares por los problemas existentes, buscando promover sus propios intereses y bloquear los planes de sus competidores, en el puerto del Pireo y otros puertos. Los conflictos entre monopolios a menudo conducen a compromisos rentables, pero dolorosos para los derechos de los trabajadores y la calidad de vida de los residentes. Las fuerzas del reformismo-oportunismo sirven constantemente a tales aspiraciones, desorientando la lucha de clases, integrando al movimiento obrero-sindical en los planes burgueses. Utilizan su propio marco de lucha que tenían en el movimiento sindical, para arrastrarlo bajo la bandera de los intereses empresariales. La lucha para que se no queden los obreros atrapados en una u otra versión del capital también requirió la elaboración adecuada de un marco de lucha más avanzado, como la combinación de reclamaciones para todos los trabajadores en el puerto del Pireo contra el ataque escalonado, con demandas que concuerdan con el lema “puerto-propiedad del pueblo” y la dirección de lucha necesaria para que este lema se convierta en realidad.
Partidos burgueses y oportunistas y las fuerzas del sindicalismo patronal y gubernamental están promoviendo el lema de la "reconstrucción productiva" en el contexto de una variedad de programas. La "reconstrucción productiva" es de hecho sinónimo del objetivo de la recuperación capitalista y del cambio del "modelo productivo", a pesar de que de vez en cuando se disfraza con consignas que parecen radicales. Hoy, por ejemplo, promueven el "crecimiento verde", promoviendo objetivos como la "descarbonización" en nombre del "cambio climático". Estos son los objetivos que se utilizan para atrapar el movimiento en diversas versiones de la política burguesa.
La GSEE y las grandes federaciones del sindicalismo patronal-gubernamental promueven un marco integral de especialización de las orientaciones estratégicas del capital, complementario y en algunos casos más especializado que el “Informe de Pissarides” reproduciendo ilusiones de que el desarrollo capitalista puede ser beneficioso tanto para los patrones como para los trabajadores.
Los dos caminos de desarrollo -uno a favor del capital, otro a favor del pueblo- serán la principal línea de enfrentamiento en el próximo período en el movimiento obrero sindical, que encontrará su expresión en cada sector. Centrándonos en los sectores de importancia estratégica, se requerirá una acción más estable, persistente, planificada en cada sector, con elaboración especial para cada centro de trabajo y sindicato, con el objetivo de agrupar fuerzas, cambiar la correlación y construir fuertes organizaciones del Partido.
En todo caso, se confirma que se necesita un trabajo ideológico, político y organizativo superior del Partido y una elaboración continua del conflicto ideológico-político dentro de las filas del movimiento, contra las fuerzas políticas burguesas, los patrones, el Estado, la estrategia del capital en su conjunto, pero también contra el oportunismo. A través de la intensificación del trabajo ideológico-político y el desarrollo de la capacidad de los comunistas a especializar en cada movimiento por centro de trabajo, rama, etc., se puede promover la organización, la agrupación y la agitación de los trabajadores, el aumento de la influencia política del KKE dentro de la clase obrera, que es un factor decisivo para la radicalización de la conciencia, el fortalecimiento de la acción política clasista de los trabajadores, que planteará el tema de los derrocamientos radicales a nivel de poder.
29. Con el movimiento en retirada y el ataque de la burguesía cada vez más fuerte, el esfuerzo por organizar la lucha, formular demandas y reivindicaciones requiere un estudio constante, un contacto vivo con los centros de trabajo y ajustes necesarios que revelen los planes del capital y de sus gobiernos, los impasses del sistema capitalista y aprovechen la más mínima posibilidad que se presente para agrupar a los trabajadores, ayudarles unirse y participar en la lucha colectiva. Centramos nuestra atención en el objetivo de convertir la organización sindical de base en un valioso instrumento de lucha obrera, un arma para fortalecer la organización de la clase trabajadora, su postura combativa en la reivindicación de sus derechos como condición previa para orientar la lucha contra el capital y su poder, en combinación con la influencia de las ideas comunistas, sino también los desarrollos generales que determinarán el resultado de la lucha de clases.
En la fase actual, es necesario asimilar como orientación política que la formación de los marcos de lucha requiere tener vínculos profundos con la clase obrera, tomando en cuenta su situación actual, sus necesidades, sus problemas, sin incorporarnos ni asimilarnos, evaluando en todo caso el nivel, la experiencia acumulada en cada sector y centro de trabajo. Jugamos un papel principal en la organización de la lucha obrera como condición previa para comunicar, para formular las demandas junto con los propios trabajadores, que es un elemento de educación combativa, y para plantear la necesidad de reclamar todas sus necesidades y derechos. Especialmente en la situación actual, los trabajadores en todos los centros de trabajo y sectores tienen enormes y agudos problemas. Hay centros de trabajo y sectores donde los trabajadores están mal remunerados o que no se pagan regularmente, con horario flexible, etc., pero hay otros centros de trabajo y sectores donde los problemas aparecen de otra forma, no tan extrema. Al mismo tiempo, los problemas de los trabajadores no están determinados exclusivamente por el nivel del salario, sino también por la política general, de Seguridad Social, la Salud, la Educación, etc. Somos conscientes de que el marco de la lucha por la satisfacción de las necesidades contemporáneas no es adoptado desde el principio por todos los sindicatos, por los trabajadores y por todos los sectores de la clase obrera ya que están objetivamente influidos en primer lugar por la situación que experimentan en su centro de trabajo, en su sector. Decisivamente debemos superar hablar con lemas generales o limitar nuestra propia intervención a la correlación negativa dentro del movimiento o una movilización.
El aumento del grado de organización de la clase obrera es el resultado de una combinación de muchos factores, junto con la intervención crucial de Partido. La ausencia de la lucha es un terreno fértil para el derrotismo, mientras que la participación crea las condiciones para ganar experiencia combativa, la confianza en uno mismo.
En particular, la lucha contra los relaciones laborales flexibles, en todo su espectro reaccionario, está evolucionando objetivamente en un conflicto con una elección estrategia del capital, que se promueve en todos los sectores como tendencia general, que prevalecerá hasta el derrocamiento revolucionario. Es un terreno de confrontación que, bajo la intervención de los comunistas, puede llevar a conclusiones generales sobre el sistema de explotación y el objetivo hacia el cual se debe dirigir la lucha del movimiento.
Las demandas relativas a aumentos salariales, los convenios colectivos, las jornadas laborales fijas, la abolición de las horas extraordinarias y la reducción de las horas de trabajo etc., son demandas vitales que chocan con el corazón de las reformas burguesas. Al mismo tiempo las necesidades de las familias populares constituyen una línea de agrupación, de intensificación de la lucha y de confrontación con la estrategia del capital. Son demandas con orientación de clase que pueden llevar al auge de la lucha, al mejoramiento de la organización, siempre que las elaboremos adecuadamente, no mecánicamente, tomando en cuenta todos los factores, en el contexto de lucha dentro del movimiento sindical. Trabajamos teniendo la convicción de que el auge de la lucha de clases y el reagrupamiento también pueden proporcionar algunos beneficios inmediatos en una u otra medida. Utilizamos la lucha y las conquistas para que la clase obrera se dé cuenta de la necesidad de derrocamientos radicales.
30. Nuestro Partido ha elaborado correctamente el marco reivindicativo en torno a las necesidades contemporáneas de las familias obreras-populares y lo ha planteado en el debate dentro del movimiento. Esta cuestión fue señalada con énfasis en el XX Congreso. Las necesidades contemporáneas conciernen todos los aspectos de la vida (salarios, condiciones de trabajo, salud, educación, vivienda, ocio, recreación, vacaciones, utilización de las tecnologías nuevas al servicio de las personas, etc.). Tenemos en cuenta que varias cuestiones planteadas por el sistema político burgués, como son el derechismo individual, las teorías irracionales sobre el “género social”, etc. influyen en la configuración de la conciencia social. Son temas que preocupan al movimiento obrero-popular también y que gozan de popularidad entre las edades más jóvenes. Al señalar todas las necesidades contemporáneas, se da la oportunidad de fortalecer la reivindicación, de orientar la lucha contra las causas verdaderas, mostrando a la vez los límites del sistema capitalista, iluminando las posibilidades y las condiciones para satisfacer estas necesidades. Nuestro objetivo es hacer que todo esto llegue a constituir una causa de la clase obrera y de las demás fuerzas sociales aliadas. Es cierto que dicho marco no se adoptará de un día para otro. Al principio se adoptarán asuntos que están en el punto de mira, habrá escaladas y también retrocesos mientras avanza la lucha de clases. Su reivindicación integral se irá logrando en el curso de la lucha de clases, con el mejoramiento evidente de la correlación en la lucha política, con la sacudida del poder burgués y, ciertamente, en condiciones de ascenso revolucionario. La satisfacción final de las necesidades sociales contemporáneas que siguen ampliándose constantemente es una cuestión del poder revolucionario y de la construcción socialista-comunista.
31. En los frentes de lucha importantes, hemos elaborado y actualizado nuestras metas como el tema de los salarios y los Convenios Colectivos, el sistema de seguridad social, las cuestiones de seguridad y salud en los centros de trabajo, las relaciones laborales flexibles, los contratos de tiempo determinado y los programas que esencialmente reciclan el desempleo en el sector público, el sueldo mínimo y la lucha contra la privatización de grandes unidades de producción como la Empresa Pública de Electricidad (DEI), la LARCO y otras. Nos esforzamos por integrar la lucha para abordar problemas cada vez más agudos en ciertas empresas y sectores (privatizaciones, despidos, trabajo no remunerado, etc.) en la lucha más general por los derechos de los trabajadores y de las capas medias populares.
En una serie de ramas, donde –desde el punto de vista de nuestras propias fuerzas- había mejores posibilidades de organización, de experiencia, de intervención más estable, obtuvimos algunos resultados (por ejemplo en la zona de reparación de barcos, en los trabajadores en la construcción, en empresas del sector financiero, como “Mellon”, “First Data” y otras). Estos resultados han llevado también a romper con el retroceso continuo en las demandas, a fortalecer la lucha reivindicativa, a revitalizar y a reagrupar el movimiento, a consolidar los sindicatos de base. La elaboración de Convenios Colectivos de Trabajo en ciertos sectores, donde existen fuerzas partidarias y sindicatos, como en las Telecomunicaciones y las Finanzas, ha contribuido en cierto grado a aumentar la participación de trabajadores jóvenes, especialmente mujeres, confirmando que podemos atraer a la lucha a las generaciones más jóvenes sin experiencia de luchas sociales.
Nuestra intervención y nuestra iniciativa con el fin de que los sindicatos desarrollen tales luchas, no se han generalizado más allá de los grandes sindicatos que operan principalmente en Ática. Tal intervención y desarrollo no son un frente de lucha fácil, no garantizan necesariamente una escalada. Se ha formado una nueva situación: la masa de jóvenes que trabajan sin haber conocido convenios colectivos de trabajo y otros derechos de generaciones anteriores va creciendo y constituye hoy en día la gran mayoría. Por regla general, el monto y las formas de remuneración se basan en una multitud de relaciones laborales flexibles, donde prevalecen los contratos individuales.
Dentro de esta situación objetiva, nos encontramos ante una esquematización y un estancamiento temporal en reivindicaciones anteriores. El ajuste necesario fue difícil de entender; tanto la situación general negativa como nuestras propias debilidades no nos permitieron organizar la lucha a nivel sectorial de manera estable y aprovechando la iniciativa de la agrupación de 530 sindicatos que demandaban la firma del Convenio Colectivo de Trabajo General Nacional y aumento salarial.
Los órganos de dirección y los Grupos Partidarios deben insistir en orientar y especializar el marco de lucha también para ciertos sectores de la clase obrera -como son las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes trabajadores y los aprendices– para que se mejoren más decisivamente la organización y participación de estos sectores en los sindicatos, para que se destaquen cuadros sindicales, especialmente mujeres e inmigrantes, es decir, pertenecientes a sectores de relevancia donde hemos quedado atrás.
Asimismo, nos han preocupado asuntos de dirección en nuestra intervención acerca de otros problemas que conciernen al conjunto de fuerzas obreras y populares, como son la Seguridad Social y la Salud. Antes de la pandemia, así como durante su manifestación, abrimos la discusión sobre la situación del sistema público de salud, las demandas con respecto a los hospitales y la Atención Primaria de Salud (APS). Se intentó llevar a cabo movilizaciones que contribuyeron al cambio de correlación de fuerzas en sindicatos de grandes Unidades Públicas de Salud, en la Federación de Médicos Hospitalarios; también nos esforzamos en coordinar a los sindicatos obreros con las organizaciones de trabajadores autónomos, las asociaciones de la Federación de Mujeres de Grecia, las asociaciones campesinas. Sin embargo, en algunos casos de movilizaciones, ante todo en barrios cuyos Centros de Salud u otras estructuras de Atención Primaria de Salud no contaban con médicos, enfermeras, infraestructura, etc., no evitamos el error de trasladar de manera mecanicista la posición del Partido acerca de la Atención Primaria de Salud, es decir la necesidad de cambios sociales y derrocamientos políticos radicales a nivel del poder, que garantizan el derecho del pueblo a la salud, planteándola como condición a adoptar por las juntas directivas sindicales. De esta manera, se invalidó en la práctica el intento de máxima agrupación de organizaciones del movimiento de masas de la región.
32. En algunas ocasiones, existe la percepción que identifica la promoción de las posiciones del Partido por los comunistas, con la formación de marcos de lucha, sin ninguna elaboración y escalada, pues se considera que esto nos protege cuando intervenimos en una movilización sobre problemas graves que se realiza bajo la iniciativa se ha tomado por otras fuerzas políticas, sobre todo socialdemócratas y oportunistas. Por supuesto, la combinación de la formación de marcos de lucha y el debate en el movimiento es muy exigente. Se requiere el seguimiento constante de los acontecimientos, conocimiento de los problemas y elaboración de los argumentos que resalten sus causas y contribuyan a la agrupación de fuerzas obreras-populares en la lucha contra la estrategia del capital y las políticas de los gobiernos burgueses.
Es un asunto crucial para nuestra intervención, asimilar y expresar en la práctica que la acción de los comunistas y el enfrentamiento con la influencia de las fuerzas burguesas al movimiento, la lucha contra la patronal, los diversos mecanismos estatales que intervienen de manera organizada, con plan y elaboración dentro del movimiento, no es algo menos exigente de la acción ideológica y política independiente del Partido. Al contrario, es más compleja, sobre todo en condiciones de una correlación de fuerzas negativa, pérdida de las características de masa por los sindicatos, desmovilización y conservadurismo. Hay que entender a fondo que el debate en las filas del movimiento no puede llevarse a cabo con la transferencia mecanicista o la simple copia de la propaganda central del Partido, las iniciativas políticas centrales o locales del Partido. Los sindicatos se forman por obreros y obreras, con un distinto grado de conciencia de clase, que se expresa a través de distintas percepciones e influencias ideológicas y políticas, de distinta experiencia y acción sindical, mientras que la lucha sindical, por su naturaleza, se desarrolla en torno a las condiciones de venta de la fuerza de trabajo y solo bajo la intervención de los comunistas es posible que los sindicatos sigan el camino de la lucha antimonopolista-anticapitalista.
Los cuadros y los miembros, que actúan en las filas del movimiento obrero sindical, con su acción de vanguardia deben adquirir la capacidad de llevar a cabo el debate ideológico de manera viva, bajo condiciones de movimiento de masas, dirigiendo a las fuerzas obreras que no pueden rechazar fácilmente las percepciones liberales burguesas, socialdemócratas y oportunistas arraigadas. Deben desarrollar su capacidad de tener en cuenta las masas obreras-populares que no participan, son desilusionadas, pasivas, atrapadas en el marco de la solución individual, luchando contra los factores que las neutralizan. Buscamos que el debate en las organizaciones sindicales apoye los criterios de selección de demandas, revele el mecanismo de la explotación, enriquezca y profundice el carácter anticapitalista-antimonopolista de la lucha, contribuya a la organización y participación activa de los trabajadores, confronte la influencia reformista-gubernamental o sindical-oportunista, por lo que depende por los miembros y los cuadros del Partido. Nuestra intervención debe apuntar al oponente de clase y no solo al respectivo gobierno, fomentar la necesidad de ampliar la lucha sobre derechos y necesidades, la composición de varios frentes de lucha (salud, educación etc.). Debe subrayar los términos y las condiciones de resistencia y contraataque a la estrategia elaborada del capital, iluminar las capacidades de satisfacer las necesidades crecientes populares.
Un asunto central del trabajo de dirección de los órganos es cómo se utilizan las armas y los recursos ideológicos que ha formado el Partido, ya que muchas veces los problemas que enfrentamos están relacionados con vacíos, deficiencias de asimilación de las posiciones y de las elaboraciones ideológicas cruciales, dificultades en la especialización de la política del Partido, en cada sector y centro de trabajo. Hacia esta dirección, el estudio continuo y la generalización de la experiencia contribuirán de manera decisiva en como trabajamos en la práctica, con la línea y las posiciones del Partido.
33. Durante la pandemia, nos hemos encontrado en una situación sin precedentes, en que se debería seguir la acción del Partido, dentro de la clase obrera y planificar la respuesta del movimiento obrero a la política burguesa, que sacrifica las necesidades sociales para asegurar el funcionamiento del sistema capitalista, las ganancias de los grupos empresariales. La experiencia que se ha adquirido por la escalada en el contenido y las formas de lucha, en condiciones de limitación a la circulación, miedo y obstáculos en la lucha política de masas, es crucial para el futuro. De la primera concentración de los médicos hasta la concentración del Primero de Mayo y a continuación la primera huelga general en noviembre, durante la pandemia, se ha llevado a cabo mucho trabajo para la formación de objetivos, demandas, enriquecimiento y escalada de las formas de lucha y de propaganda.
La experiencia acumulada por las movilizaciones demuestra que es muy importante que el Partido tome iniciativas, con la acción de sus cuadros y sus miembros, no solo para revelar asuntos, sino también para intervenir masivamente en las filas de los trabajadores, plantear demandas, un plano y orientación correctamente, desde el principio, independientemente de la dimensión que adquieran. La ayuda brindada por los dirigentes debe alentar la iniciativa desde abajo, el buen conocimiento de la situación en cada centro de trabajo, sin subestimar ningún problema, que puede ser la gota que colma el vaso, cada vez, para desarrollar inmediatamente acción en el lugar donde se intensifica la situación. Sobre todo, se requiere estar preparado para intervenir a los problemas que surgen por la situación política, en general, como recientemente, por la pandemia. En este caso, es posible tener resultados inmediatos, en las luchas, sobre todo en el ascenso de la conciencia política de clase.
Mientras se forman condiciones de movilización menor o mayor en torno a problemas intensificados, los miembros del Partido están en la primera línea e intervienen, incluso cuando estas se desarrollan por las organizaciones y agrupaciones donde no tenemos la mayoría o no tenemos representantes. Cada vez, estudiamos la forma y la escalada de nuestra intervención, de manera colectiva y concreta. Esto tiene que ver también con nuestra posición hacia las movilizaciones que consideramos necesarias, en huelgas de sectores que se organizan por Federaciones y mucho más por sindicatos del primer grado, para que intervengan los comunistas con los simpatizantes y los sindicalistas que se agrupan al PAME, participando en el bloque de sus sindicatos. En estos asuntos de táctica es un error cualquier enfoque esquemático o copia de otros casos, donde la distinción se evalúa en el lugar y en el tiempo de una concentración.
Tenemos la capacidad y es necesario evaluar a tiempo y de manera objetiva las actitudes de las masas, que los comunistas intervengan de manera planeada y organizada como vanguardia en el contenido, la dirección, las formas de organización y lucha, jugando un papel principal en los procesos masivos colectivos, con precaución y flexibilidad en la ampliación, sin dejar aparte los elementos de vigilancia, de debate ideológico y político.