- Por responsabilidad del gobierno de la ND y con el consenso de los partidos de la oposición sistémica (de todos los matices y procedencias…), Grecia se ve cada vez más involucrada en los planes de guerra de la OTAN, EE.UU. y la UE a expensas de sus antagonistas, Rusia y China.
Por responsabilidad del gobierno, se envían armas a Ucrania y al régimen de Zelenski, se apoya Israel en el genocidio del pueblo palestino y ahora se apoya el plan de Trump-Netanyahu que entierra la perspectiva de creación de un Estado palestino independiente. Por los intereses de la burguesía, el país se ha convertido en una cabeza de puente de guerras y objetivo de represalias. ¡Ninguna confianza en el gobierno y en los partidos que apoyan la implicación militar!
- Los planes euroatlánticos para la transformación de Grecia en un hub de energía, en el marco de la independencia de Europa del gas natural ruso, están convirtiendo al país en un polvorín de antagonismos.
Ucrania ha sido también un hub de energía. Sus planes no tienen nada que ver con las necesidades del pueblo de energía barata, infraestructura segura, protección del medio ambiente. Los que sacarán beneficio serán los gigantes de energía nacionales y extranjeros, los armadores y los grandes constructores. El objetivo de la burguesía de convertir “Grecia en hub de energía” lo persigue el gobierno de la ND y lo inició el gobierno de SYRIZA-ANEL bajo el mandato de Tsipras.
- Se avecinan acontecimientos negativos en las relaciones greco-turcas así como en la cuestión chipriota, con el sello de EE.UU y la OTAN. El objetivo de mantener la cohesión de la OTAN ha dado un impulso a las pretensiones turcas inaceptables a expensas de la soberanía y los derechos soberanos del país, y a los planes de “explotación conjunta” en el Egeo y el Mediterráneo oriental.
Los que saldrán beneficiados de estos acontecimientos son los grupos energéticos y las clases burguesas de Grecia y Turquía. Los que perderán serán los pueblos. La riqueza energética, que podría aprovecharse para el bienestar de los pueblos, es apropiada y repartida por los monopolios en función de sus intereses. No dudarán en cometer cualquier crimen en detrimento de los pueblos. En Chipre avanza la otanización, mientras se intenta legalizar las consecuencias de la invasión y ocupación turcas.
- La economía de guerra en la Unión Europea —y no solo allí— es el preludio de un conflicto imperialista generalizado. La economía de guerra significa trabajo hasta el agotamiento total de los trabajadores, intensificación de la intimidación patronal, criminalización de la actividad sindical y represión.
Significa que lo que producen los trabajadores se utiliza para masacrar a otros pueblos, incluso para su propia exterminación. Significa recortes en la financiación de la sanidad, la educación y las pensiones para financiar las guerras del capital.
Esta política es aplicada por todo tipo de gobiernos, liberales y “de centroizquierda”, de extrema derecha y supuestamente “progresistas”. El “Estado de derecho” de la UE se adapta constantemente para imponer el “derecho” de la injusticia clasista y las guerras, porque eso es lo que sirve.
