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El ejemplo de Cuba en el campo de la salud del pueblo muestra que puede haber otro camino

La Organización Partidaria del KKE en Larisa celebro el 17/10/2020 un evento con tema "Cuba: La revolución en la salud del pueblo y su dimensión internacionalista". El acto, dirigido por la Embajadora de Cuba, Zelmys María Domínguez Cortina, se realizó en apoyo a la solicitud de entrega del Premio Nobel de la Paz a la brigada médica "Henry Reeve", como mínimo homenaje a los heroicos médicos cubanos, descendientes de revolución socialista.

 

La Organización Partidaria del KKE en Larisa celebro el 17/10/2020 un evento con tema "Cuba: La revolución en la salud del pueblo y su dimensión internacionalista". El acto, dirigido por la Embajadora de Cuba, Zelmys María Domínguez Cortina, se realizó en apoyo a la solicitud de entrega del Premio Nobel de la Paz a la brigada médica "Henry Reeve", como mínimo homenaje a los heroicos médicos cubanos, descendientes de revolución socialista.

 

El evento fue precedido por Elisaios Vagenas, miembro del Comité Central del KKE y jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del KKE, quien declaró:

“Estimados amigos y camaradas:

Este evento del Partido, a pesar de las condiciones difíciles, busca arrojar luz sobre temas cruciales con respecto a la Salud del pueblo, a través del ejemplo de los logros de la Revolución cubana. Esto es porque los trabajadores deben contar con todos los datos que les ayudarán cada día, cada hora, en cada momento a confrontar este sistema de explotación, de opresión, de descrédito del sistema de salud público y de la vida humana a favor de los beneficios de unos pocos, de los monopolios.

Así que no “lo confrontaremos luego”, como sugieren algunos apologistas de la vía capitalista, que se esfuerzan en vano de humanizarlo. ¡Hay que confrontar ya el virus principal y básico, el capitalismo! Consideramos que la mejor manera de hacerlo es utilizar el ejemplo de la contribución de la Revolución cubana en el campo de la Salud pública.

La pandemia ha mostrado la cara más abominable del capitalismo, con millones de personas sin seguridad social en todo el mundo, con los sistemas de salud públicos en estado de desmantelamiento, con falta de médicos, enfermeros e infraestructura adecuada, incluso en los países capitalistas más poderosos, que están orgullosos de sus arsenales nucleares y sus aviones de combate supersónicos, mientras que dejan a millones de ciudadanos a la merced de la pandemia. La pandemia ha destacado la esencia horrorosa de este sistema que enseña a nuestros hijos en las escuelas que es supuestamente “una vía de sentido único” y “el fin de la Historia”. Y esta realidad repugnante es que el beneficio capitalista está por encima de todo, es lo que impulsa los conflictos y los antagonismos incluso por medicamentos y vacunas que pueden salvar a millones de vidas.

En el otro extremo de esta horrible situación se encontró Cuba, un país que desde hace años sufre las acciones que toman en su contra EE.UU y la UE, así como la calumnia y la burla de los medios de comunicación burgueses, un país y un pueblo que han optado por un camino de desarrollo diferente y por esta decisión sufren desde hace muchos años un bloqueo económico y comercial por la potencia económica y político-militar más poderosa en el planeta, EE.UU, el imperialismo norteamericano.

Con su alto nivel de servicios de Salud públicos y gratuitos, así como con su asistencia médica internacionalista en decenas de países, miles de médicos cubanos, tanto durante la pandemia, como antes, Cuba, la “isla de la Revolución”, ha ganado el respeto de millones de trabajadores en todo el mundo, se ha convertido en un ejemplo tangible de solidaridad e “isla de humanidad” en el océano de la barbarie capitalista hoy día. No es casualidad que el KKE ha apoyado con todo modo la solicitud de entrega del Premio Nobel de la Paz al Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve” de Cuba por su larga tradición de contribución voluntaria, solidaridad y desinterés que ha mostrado ofreciendo su ayuda valiosa en casos de desastres y graves epidemias a más de 3,5 millones de personas en todo el mundo.

 

Estimados amigos y camaradas:

Permítanme concluir esta breve intervención con una referencia al gran revolucionario, Che Guevara, que la semana pasada, el 9 de octubre, fue el 53o aniversario de su asesinato atroz.

Como muchos de ustedes ya saben, él también estudió Medicina y en 1960, es decir un año después de la Revolución Cubana, dio un discurso a estudiantes de la Facultad de Medicina de La Habana. Allí, en algún momento dijo que hace unos meses, en la Habana, algunos estudiantes que acabaron de graduarse en Medicina no querían ir a trabajar al campo y además para hacerlo exigían un pago extra.

El Che, que en aquel discurso había afirmado que todos “somos hijos de nuestro entorno”, destacó que “desde el punto de vista del pasado”, es decir la situación antes de la Revolución, esto fue “más que lógico”, porque las familias de todos ellos habían pagado por sus estudios, y ellos mismos buscaban reconocimiento. El reconocimiento -como sabemos muy bien- en el marco del capitalismo está dominado por la idea de que se mide en dinero, según el “tamaño de la billetera”.

Y el Che se preguntó en este discurso ¿qué hubiera pasado si los graduados no hubieran pagado por sus estudios, si hubieran sido hijos de obreros y campesinos? Respondió que entonces sí, seguro que “irían de inmediato y con mucha ilusión a atender a sus hermanos. Pedirían los puestos de mayor responsabilidad y más trabajo para demostrar que todos los años de estudios no fueron en vano”. Y añadió que: “Esto sucederá en 6-7 años, cuando se gradúen los nuevos estudiantes, los hijos de la clase obrera y del campesinado”.

Hoy, estimados camaradas, la Revolución ha asegurado la Educación y la Salud gratuitas para todo el pueblo de Cuba demostrando a todos los pueblos que puede haber otra vía donde las necesidades actuales contemporáneas no serán una mercancía. Donde los trabajadores de trabajo intelectual y de alta especialización científica no separarán el interés individual o grupal del interés social, no reclamarán mayor parte del producto social total, y la sociedad luchará para predominar una actitud diferente hacia el trabajo, para llegar al punto en que el dinero y las ganancias acabarán en el “basurero” de la historia y en su lugar habrá un nivel superior de organización de la sociedad, el socialismo-comunismo.”