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Artículo de la Sección de Relaciones Internacionales del CC del KKE

acerca de la postura del PCOR sobre la guerra imperialista en Ucrania

Siguiendo el artículo sobre la postura del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) quisiéramos responder algunas preguntas con respecto a la postura del Partido Comunista Obrero de Rusia (PCOR) con respecto a la guerra en Ucrania. Estas preguntas surgen de algunos comentarios infundados del PCOR sobre la Resolución del Comité Central del KKE, que unas personas “con buenas intenciones” que se oponen a las posiciones de principios del KKE y apoyan los planes geopolíticos de la burguesía rusa, los han traducido al griego y los han difundido en varios medios de comunicación.

 

Algunas informaciones sobre el PCOR

Aunque el PCOR tiene menos influencia política que el PCFR, es bien conocido por los comunistas de nuestro país por su participación en varias actividades multilaterales, en las que participa también el KKE, como son los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros, la Iniciativa Comunista Europea, la Revista Comunista Internacional.

El PCOR se fundó el 30 de noviembre de 1991 y el KKE fue uno de los primeros partidos con los que entabló relaciones bilaterales.

El PCOR participó en las elecciones de 1995 (4,5%) y de 1999 (2,2%) con diferentes nombres, mientras que en 2003 V.Tyulkin, el Primer Secretario del CC del PCOR, fue elegido diputado a través de las listas del PCFR. Desde entonces el PCOR no ha podido participar en las elecciones a causa de la ley antidemocrática acerca de los partidos políticos que permite mucha arbitrariedad a expensas de fuerzas políticas “no deseadas”. Ha perdido el estatus de “partido político” tanto como PCOR pero también como “alianza” del “partido político” artificial que había establecido bajo el nombre “ROT FRONT” (Frente Unido de los Trabajadores de Rusia). Esto demuestra que se han tomado medidas a expensas de los comunistas no solo por parte del régimen reaccionario de Ucrania sino además por la democracia burguesa rusa.

Cabe decir que el PCOR, al igual que el PCFR, no ha podido influir en más amplias fuerzas obreras de Rusia para la formación de un fuerte movimiento sindical con orientación de clase.

Sobre el tema de la guerra en Ucrania, a diferencia del PCFR, el PCOR considera que se trata de un conflicto interimperialista; que Rusia es una potencia imperialista, más pequeña que las demás -como afirma en sus documentos- que está llevando a cabo una operación en Ucrania utilizando medios militares sirviendo los intereses de la burguesía. Al mismo tiempo, el PCOR considera que este desarrollo tiene también aspectos positivos y por esta razón lo apoya. Este eclecticismo en su posicionamiento lo lleva, al final, a apoyar la guerra imperialista. Vamos a examinarlo más en detalle.

 

El informe en el Comité Central del PCOR

El 26 de marzo de 2022 se celebró en Moscú la sesión plenaria del CC del PCOR que concluyó en la postura del PCOR sobre “las acciones militares del gobierno de la Federación Rusa y de las fuerzas armadas de Donbass en Ucrania” y aprobó el informeo correspondiente del Consejo Político.

En este documento, entre otras cosas, se afirma que “el capitalismo trajo las guerras a la tierra de la Unión Soviética (...)  Se trata de conflictos para la formación (génesis) de una nueva clase de explotadores, de conflictos generados por el imperialismo o, mejor dicho, por el deseo de redistribuir el territorio de la antigua Unión Soviética con la participación de los intereses del capital extranjero. La culpabilidad de la burguesía rusa en las tragedias en curso es incuestionable (...) El PCOR enfatiza que la verdadera fuente del conflicto que es examinado en Ucrania son las contradicciones interimperialistas entre EE.UU., la UE y Rusia, en las que Ucrania está involucrada”.

A diferencia del PCFR que no ve el carácter imperialista de Rusia, el PCOR considera que “la Federación Rusa es un nuevo estado imperialista, en la fase de formación, todavía bastante débil, dependiente, con una economía distorsionada, pero ya un estado imperialista completo, con un gran apetito y deseo de alcanzar el tamaño de un gran depredador”. Al mismo tiempo, destaca que “las potencias imperialistas más fuertes no necesitan a Rusia con una economía fuerte y desarrollada como socio igualitario.”

Además, el PCOR vincula la frase de Lenin sobre un “puñado de países” que dominaron en su época, con la llamada aproximación teórica que considera que los países de los llamados “mil millones de oro”, es decir los países capitalistas más desarrollados, están drenando el resto del planeta, y entre otros Rusia. Además, “el PCOR y sus aliados, partiendo de la percepción leninista de la esencia del imperialismo, basados en la definición del fascismo dada por la Comintern, concluyeron a la descripción del fenómeno -fascismo en la política exterior o como se suele decir en lenguaje popular, en frase metafórica- “fascismo exportado” (...) El fascismo en la política exterior hoy es una práctica común de EE.UU. y de sus aliados”. Cabe recordar que esta definición fue elaborada mientras existía una dura controversia entre dirigentes de la Internacional Comunista y, lo principal es que en la práctica quedó demostrada su debilidad de expresar la relación entre el fascismo y el capitalismo, y tomarla en cuenta en la estrategia del movimiento comunista internacional.

El PCOR considera además que Ucrania es un estado fascista y que en este país el fascismo “es ucraniano solo en términos de su lugar de manifestación, en términos de idioma, en términos de continuidad histórica y de composición de sus cuadros, pero en términos de procedencia es completamente estadounidense”.

Con respecto a Rusia, considera que “Putin y las autoridades rusas no están motivados por sentimientos patrióticos de solidaridad” con respecto al reconocimiento de la Repúblicas Populares de Donbass, sino que lo utiliza “como pretexto y excusa para la desmilitarización y, supuestamente, la desnazificación de Ucrania, es decir, únicamente en respuesta al hecho de que los EE.UU. la UE y la OTAN en su conjunto ignoraron en su conjunto sus líneas rojas”. Además, el PCOR ejerce crítica al anticomunismo de Putin.

Mientras considera que “no tenemos ninguna duda de que los verdaderos objetivos del estado ruso en esta guerra son completmente imperialistas, buscan defender y proteger las posiciones de la Rusia imperialista en el antagonismo del mercado mundial”, al mismo tiempo opina que “mientras la intervención armada de Rusia ayuda a salvar a la gente de Donbass de las represalias de los castigadores, no nos opondremos a esta verdadera ayuda. Más en concreto, consideramos aceptable si, debido a las circunstancias, es necesario usar la fuerza contra el régimen fascista de Kiev, en la medida que esto sirva el interés del pueblo obrero”. Además, el PCOR considera que en Rusia “la alineación de las fuerzas de clase es tal que aún no nos permite considerar a la clase obrera como  sujeto político de pleno derecho” (...) los comunistas en el momento histórico actual en la Federación Rusa no tienen, y hasta que surja el movimiento obrero, no pueden tener el apoyo masivo de los trabajadores”. Por estas razones apoya la invasión imperialista de Rusia en Ucrania y no ha firmado el Comunicado Conjunto de 42 Partidos Comunistas y Obreros y de 30 organizaciones juveniles comunistas de todo el mundo, emitida por iniciativa del KKE, del Partido Comunista de los Trabajadores de España, del Partido Comunista de México y del Partido Comunista de Turquía, a diferencia de su organización juvenil, RKSM(b) (Liga de la Juventud Comunista Revolucionaria (bolcheviques)) que mantiene relaciones bilaterales con la KNE.

 

Un enfoque erróneo del mundo contemporáneo y Rusia

Dicha postura del PCOR, aunque a diferencia del PCFR, parece tratar de abordar los desarrollos desde un punto de vista clasista, sin embargo, comete graves errores teóricos y políticos, incluso adoptando percepciones de la burguesía y otras fuerzas consideradas por el propio PCOR como oportunistas. Con estos fallos el PCOR justifica la invasión militar rusa inaceptable que, como este mismo admite, se lleva a cabo con fines imperialistas en el nombre de salvar al pueblo de Donbass.

El PCOR caracteriza Rusia como un estado imperialista “débil” y “dependiente”, que los demás “países imperialistas más fuertes” niegan a tratar como un “socio igualitario”. Todo esto se dice como si las relaciones entre los demás países imperialistas no fueran distinguidas por desigualdad, interdependencia, y como si la Rusia capitalista fuera el único país no considerado como “socio igualitario”. Pero todo esto concierne Rusia que es la segunda mayor potencia militar en el mundo, el único país capitalista hoy que puede amenazar con destrucción nuclear a la mayor potencia imperialista del planeta, EE.UU. Es un país con monopolios muy poderosos, es el quinto país en multimillonarios en el mundo, ocupa la 11a posición en la participación nominal en el PIB mundial y la 6a posición en participación en el PIB mundial real, así como en la producción industrial en el mundo. Decenas de estados le deben 27,3 mil millones de dólares y se encuentra en la 5a posición mundial entre los países-prestamistas de los llamados países en desarrollo, mientras que la primera posición está ocupada por China. Se trata además de un país que tiene la oportunidad de promover su política exterior ejerciendo su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

 Por lo tanto, el PCOR ignora la realidad, es decir que todos los estados capitalistas integrados en el sistema imperialista establecen entre sí relaciones desiguales en función de su poder (económico, político y militar) y Rusia ocupa una de las posiciones más importantes en la “pirámide” imperialista, como resultado de todas sus capacidades (económicas, políticas y militares). El PCOR destaca el hecho de que una orientación importante de la economía rusa es la extracción de materias primas ignorando otros sectores científicamente avanzados en los que Rusia tiene un papel destacado a nivel mundial (construcción de plantas de energía nuclear, misiones espaciales, comercio de armas modernas, vacunas, etc.). En base a esta comprensión torcida del mundo contemporáneo interpreta a su libre albedrío la frase de Lenin “un puñado de países” que fue escrita cuando los tres cuartos del planeta aún eran colonia, y hoy llega a aceptar el concepto aclasista de los países de los llamados “mil millones de oro” (del que se han excluido países capitalistas fuertes, como son China y Rusia). Además, este concepto no existe en el Programa del PCOR sino que lo ha prestado del Programa actual del PCFR.

 

La percepción dañina del “fascismo exportado”

El PCOR reitera en su análisis la percepción nociva del “fascismo exportado”. Al igual que el PCFR refiriéndose a EE.UU. y la UE los caracteriza como “fascismo liberal”, el PCOR designa como “fascistas” a algunas de las potencias imperialistas más fuertes (EE.UU., UE). En primer lugar, la división de los estados del sistema imperialista internacional en pro-fascistas/pro-guerra y no, oculta la causa del surgimiento y fortalecimiento de la corriente fascista que radica en el propio capitalismo monopolista y dentro de cada país. Por lo tanto, no podemos estar de acuerdo con esta opinión que divide las potencias imperialistas en “malas” (“fascistas”, “neofascistas”) y “buenas”, ni tampoco con llamamientos para formar “frentes antifascistas” en dirección aclasista, es decir alianzas sin criterios socioclasistas y en apoyo de los estados supuestamente “antifascistas”.

Esta percepción lleva al movimiento comunista y la clase obrera al desarme, a abandonar su misión histórica, y a formar una línea supuestamente para “sanear” el imperialismo de las “fuerzas fascistas”. Mientras el PCOR sigue refiriéndose a la necesidad de la lucha contra el oportunismo y la necesidad de reconocer la dictadura del proletariado, al mismo tiempo está llamando al movimiento comunista a alinearse con el enemigo, con las fuerzas burguesas, que están utilizando todos los medios contra la causa del socialismo. De hecho, en el nombre de la lucha contra el fascismo, se abre el camino para la cooperación con el oportunismo, con la socialdemocracia, con fuerzas políticas burguesas, con sectores de la burguesía. Se abre el camino para elegir entre imperialistas. Así que en el conflicto bélico imperialista en Ucrania el movimiento comunista está llamado a apoyar a ciertas potencias imperialistas en el nombre de que las demás son “fascistas”.

La percepción del “fascismo exportado” es una percepción burguesa que se utilizó por primera vez por fuerzas políticas burguesas rusas en la “revolución naranja” en 2006 en Ucrania. A continuación, fue difundida por el líder del llamado “Partido de los Trabajadores de Rusia”, M.Popov, que coopera con el PCOR y fue adoptada por este último durante la invasión militar rusa en Siria. Fue objeto del debate ideológico-político tanto en el PCOR como en el marco de la “Revista Comunista Internacional”. En el debate público en las páginas del número respectivo de la RCI, se puede ver que el KKE ha sido plenamente justificado ya que desde 2014 previó que esta percepción conduciría a una alineación errónea con fuerzas políticas burguesas.

El argumento principal del punto de vista acerca del “fascismo exportado” es que EE.UU. en su política exterior están violando el derecho internacional. El PCOR en este caso no toma en cuenta que los acuerdos que constituyen el derecho internacional son producto de la correlación de fuerzas y como tal se ha puesto mucho más reaccionario en los últimos años después del derrocamiento contrarrevolucionario.

 

La crítica al KKE

El PCOR comentó sobre la Resolución del CC del KKE sobre la guerra imperialista en Ucrania y, entre otras cosas, acusa a nuestro Partido de que “el KKE se ha equivocado al ver la defensa del pueblo de Donbass solo como un pretexto para que el Kremlín desatara una guerra imperialista en Ucrania. Esto es cierto si tomamos como finalidad última imperialista de la guerra, la ocupación del “espacio post-soviético” bajo el control del capital ruso. Pero esto no es en absoluto un pretexto, sino una verdadera necesidad desde el punto de vista de los pueblos que son víctimas del régimen fascista de Kiev. (Y el pueblo ucraniano también). Y de hecho, en dicha parte antifascista apoyamos la guerra de las milicias de Donbass y del ejército ruso”. Además, el PCOR acusa al KKE de falta de solidaridad con el pueblo de Donbass.

Todo esto se dice:

  • mientras el KKE es el partido comunista de un país miembro de la OTAN y la UE con 3 cuadros -un diputado y vicepresidente del parlamento griego, un eurodiputado en aquel momento y otro cuadro- en la “lista negra” oficial del régimen reaccionario de Kiev porque en 2014 formaron parte de un grupo del KKE que visitó la región de Donbass expresando la solidaridad del KKE con el pueblo del país, que, por supuesto, el KKE no lo distingue en base a su origen étnico o lingüístico, como hacen otros que refuerzan el nacionalismo y la división entre los pueblos.
  • mientras el KKE es el partido que firmemente a partir de 2014 ha condenado de diversas maneras, incluso desde la tribuna del Parlamento Europeo, el derrocamiento antidemocrático y anticonstitucional que tuvo lugar entonces en Ucrania, con el apoyo de EE.UU, la OTAN, la UE y el uso de fuerzas fascistas. Mientras el KKE denunció el anticomunismo, las prohibiciones en Ucrania y la política racista a expensas de las poblaciones rusoparlantes en Ucrania y el Báltico, y ha apoyado firmemente a los comunistas y la clase obrera tanto de Ucrania como de Rusia sobre la base del principio del internacionalismo proletario.
  • mientras el KKE y el PCOR saben muy bien que la naturaleza de las llamadas “Repúblicas Populares” de Donbass no tiene nada que ver con las Repúblicas Populares que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial en Europa, y que las “Repúblicas Populares” de Donbass son regímenes burgueses que sobrevivieron solo gracias al apoyo multiforme de la burguesía rusa. Mientras se sabe que unos pocos comandantes procomunistas de algunas unidades de milicias en los primeros años después de 2014 fueron asesinados bajo circunstancias “extrañas”, que estos regímenes están plenamente controlados por el Kremlín, que en las filas de las milicias se han integrado y operan grupos armados de fuerzas políticas rusas reaccionarias, e incluso fascistas.

La invasión de Rusia en Ucrania hasta el momento no solo no ha salvado al pueblo de Donbass de la guerra, como estima el PCOR, sino que lo ha convertido en “carne para los cañones” de la guerra imperialista ya que solo en esta región se ha dado orden de movilización general de la población. Además, existe el riesgo de convertir este pueblo en el “fósforo” que prenderá el fuego de guerra a gran escala arrastrando muchos pueblos europeos. En todo caso, la incorporación de estas regiones a Rusia, como en el caso de Crimea, no salvará al pueblo de la explotación clasista, de los impasses del capitalismo, mientras que aumentará el odio nacionalista entre el pueblo ruso y el pueblo ucraniano y dificultará su lucha común necesaria contra su enemigo único común, el capitalismo.

 

Reacciones dentro del PCOR

Mientras que en el PCFR el apoyo a la invasión rusa no ha provocado graves reacciones internas, en el PCOR se han producido serias rupturas ya que es bien claro que el PCOR está siguiendo la línea de justificación de la burguesía rusa y la guerra imperialista, lo cual no es conforme con el curso que ha recorrido hasta hoy. Por lo tanto, en la Sesión Plenaria del Comité Central del PCOR se manifestaron graves desacuerdos. Como resultado, dos miembros del Consejo Político (Al.Batov y S.Krupenko) abandonaron el Partido, así como algunos otros miembros del Comité Central.

El último acontecimiento amenaza con asestar un golpe ideológico-político contundente al PCOR como lo demuestra la llamada “Conferencia en apoyo a la lucha contra el fascismo en Ucrania” que se celebró el 20 de marzo de 2022 en la sede del Comité Central del PCOR.

 

El PCOR en camino político peligroso

En la “Conferencia” aparte del PCOR participó el partido nacionalista “La Otra Rusia” y Vladimir Kvachkov, ex militar que había sido detenido por el intento de asesinato de Anatoly Chubais, y se describe a sí mismo como “nacionalista cristiano ruso”. La organización “La Otra Rusia” informa que el título del evento fue: “Conferencia por la victoria” (utilizando el símbolo “Z” que llevan los vehículos militares rusos en la guerra en Ucrania).

El partido de la “La Otra Rusia” es una fuerza nacionalista, anteriormente llamada “Partido Nacional-Bolchevique” (Nota: en analogía con el “nacional-socialista”), que se formó en 2010 por el ex disidente soviético Eduard Limónov (Nota: fallecido en 2016). Utilizó los símbolos fascistas, sustituyendo la esvástica por la hoz y el martillo negro. Tras el fallecimiento de su fundador, su símbolo es una bandera roja donde en un círculo blanco aparece una granada negra y la consigna “¡Rusia lo es todo, lo demás es nada!”. Dicha organización, que se presenta como “pro-soviética” pero trata la URSS no como un Estado socialista sino como un Estado poderoso con muchos territorios, podría clasificarse en la ultra derecha y es conocida por sus acciones provocativas. Afirma que tiene 2.000 hombres armados que están luchando en Donbass. En el video relevante del evento se ven los dirigentes del PCOR, con el camarada Tiyulkin llamando al partido de la ultra-derecha “La Otra Rusia” a formar un bloque electoral común. Parece que en ocasión de la guerra imperialista se hace un esfuerzo exonerar o presentar como patrióticas a organizaciones de la ultra-derecha, fascistas o con una tendencia al fascismo de Ucrania, así como de Rusia.

Cabe decir que estos desarrollos no corresponden con el curso histórico del PCOR, ni con los compromisos que ha asumido en el marco de las formas de cooperación multilaterales en las que participa (Iniciativa Comunista Europea, Revista Comunista Internacional).

Esto para el KKE es doblemente triste porque es un partido con el que hemos tenido relaciones bilaterales desde hace muchos años y ahora se lleva a una alineación con la burguesía de su país, e incluso con organizaciones de la ultra-derecha, nacionalistas, a causa de su debilidad teórica de evaluar los acontecimientos internacionales y la posición de su país en el mundo imperialista sobre la base del marxismo-leninismo .

Resulta que invocar la necesidad de combatir el oportunismo, así como reproducir términos teóricos importantes como la “dictadura del proletariado”, no pueden proteger en absoluto a un partido comunista de escollos y de la adopción de enfoques anti-científicos ajenos que pueden llevarlo a la cola de las decisiones de la burguesía de su país.

 

Este artículo fue publicado en el diario “Rizospastis” - Órgano del CC del KKE el 29 de abril de 2022