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EVENTOS SOBRE LAS RELACIONES GRECO-TURCAS Y LOS ANTAGONISMOS GEOPOLÍTICOS

La lucha común de los pueblos es la respuesta al peligroso "juego" de guerra creado por las potencias imperialistas, las clases burguesas y sus gobiernos

Las organizaciones partidistas del KKE en este período están celebrando varios eventos políticos en muchas ciudades de Grecia sobre los desarrollos regionales e internacionales. Un evento al respecto, titulado: "Desarrollos peligrosos en las relaciones greco-turcas en el vórtice de los antagonismos geopolíticos y los intereses antipopulares" se celebró el martes 28 de enero por la tarde en la Universidad Panteion por la Organización Sectorial de Universidades-Investigación de la Organización Partidista de Ática del KKE y la Organización Regional de Estudiantes de Atenas de la KNE.

En el evento, que despertó el interés de estudiantes y del trabajadores universitarios, Elisseos Vagenas, miembro del Comité Central del KKE y jefe de la Sección de Relaciones Internacionales pronunció un discurso. Después del discurso del cuadro del Partido, hubo una discusión acerca de los acontecimientos, con preguntas sobre los antagonismos y la postura del gobierno y de los demás partidos burgueses, así como sobre las posiciones del KKE.

Elisseos Vagenas destacó que "en estos días se conmemora el 24 aniversario de los acontecimientos en Imia, en 1996. La llamada "crisis de Imia" se completó con el agradecimiento del entonces primer ministro, Simitis, a los EE.UU y terminó con la orden de EE.UU "NO FLAGS, NO TROOPS, NO SHIPS" (Ni banderas, ni tropas, ni barcos) en Imia. Sin embargo, esta orden no detuvo en absoluto la agudización de las relaciones greco-turcas, que se manifestó en varios modos, llegando incluso a la teoría de la llamada "Patria Azul". En breve, el desarrollo de los acontecimientos ha demostrado que la intervención de los imperialistas estadounidenses en realidad no trajo nada bueno para los derechos soberanos del país, para la verdadera paz, no la "paz" imperialista que se impone con la "pistola en la cabeza" con el fin de promocionar intereses ajenos a los pueblos.

Es claro que el acontecimiento peligroso en Imia no se hizo para unas cabras que estaban pastando en las rocas del Egeo, como lo recuerda el entonces presidente de EE.UU, Bill Clinton.

Ni tampoco, la tensión actual en las relaciones greco-turcas se debe, como dicen algunos, a Erdogán, que se presenta como "factor imponderable", un "psicópata", un político peligroso que tras el atentado de golpe de estado "se ha desbloqueado".

Los que dicen estas cosas actúan como si no hubieran dado cuenta de que el jefe de la oposición turca, Kilicdaroglu, compite con Erdogán en la histeria nacionalista, desafiando los derechos soberanos de Grecia en el Egeo".

Elisseos Vagenas hizo referencia tanto al aspecto de la cooperación como al aspecto de los antagonismos, entre las dos clases burguesas, intensificado por la agresividad de la burguesía turca contra los derechos soberanos de Grecia y Chipre, y añadió:"Notamos que por una parte se están aumentando las ganancias de los empresarios, debido a la cooperación de las clases burguesas, y por otra parte se están aumentando los riesgos para los dos pueblos a involucrarse en un "incidente caliente" o incluso en un conflicto más amplio con consecuencias trágicas. Todo ello demuestra que las causas de la situación que vivimos son las relaciones que forman las clases burguesas dominantes de los dos países. Estas relaciones, como un imán, tienen un "polo" de cooperación y otro de feroz antagonismo.

"En este segundo polo" podemos ver por un lado las aspiraciones de la burguesía griega de mejorar sus posiciones en la región, beneficiándose de las dificultades en las relaciones entre EE.UU-OTAN y Turquía en este período, a través de la profundización de su participación en los planes imperialistas a expensas de otros pueblos, como por ejemplo con el envío de misiles "Patriot" a Arabia Saudita, o de buques de guerra al Estrecho de Ormuz y por otro lado notamos las aspiraciones excesivas de la clase burguesa de Turquía.

La clase dominante en Turquía aspira desempeñar un papel más fuerte en los desarrollos, no solo a nivel regional, sino también a nivel mundial. Se encuentra entre las 20 economías capitalistas más fuertes, tiene el segundo ejército más grande de la OTAN, mientras que se encuentra entre los 10 países con mayor potencia militar en el mundo.

Sobre esta base, podemos entender mejor por qué la clase burguesa turca no solo disputa (con el apoyo de EE.UU y la OTAN) los derechos soberanos de Grecia en el Egeo para aprovechar parte de la riqueza energética existente, sino también disputa los derechos soberanos de Chipre apuntando a la partición "de jure" de Chipre mediante la promoción de "soluciones" correspondientes de partición, de confederación de dos estados con la cortina de humo de una "federación", pero también por qué disputa hoy los tratados que han determinado las fronteras en la región más amplia. Ha invadido y tiene ejércitos en tres países, es decir aparte de Chipre, en Irak y Siria. Envía tropas y construye bases militares fuera de Turquía, en Qatar, Somalia, Albania, etc. Procedió al acuerdo inaceptable sobre la Zona Económica Exclusiva con el primer ministro designado de Libia. Busca utilizar para sus planes las cuestiones de la religión y de las minorías.

 

Claramente, el "tono" de los desarrollos se da por los antagonismos entre las clases burguesas de ambos países, cuyo objetivo es arrastrar a los dos pueblos a sus confrontaciones criminales. Al mismo tiempo, hay que saber que las clases burguesas de los países (de Grecia y Turquía) no están solas en este peligroso "juego" de guerra montado por los capitalistas y sus gobiernos. Las relaciones greco-turcas se ven ensombrecidas por la implicación de las organizaciones imperialistas de la OTAN y de la UE, y de otras potencias imperialistas fuertes".

Elisseos Vagenas se refirió a los desarrollos en la región amplia en el Mediterráneo Este y en el modo en que los antagonismos entre las grandes potencias y organizaciones imperialistas se entrelazan con las relaciones greco-turcas.

Criticó ciertas "voces de izquierdas" que se preguntan si hacemos mal centrándonos en la agresión turca a expensas de los derechos soberanos de Grecia y Chipre. Otras "voces de izquierdas" se alinean con la nueva historia que cuentan los partidos burgueses y dicen: Iremos a la Haya y encontraremos una solución; podría haber una coexplotación. Por supuesto, hay también los que odian y calumnian el KKE diciendo que cuando éste habla de los derechos soberanos, supuestamente, "se alinea con el nacionalismo".

En primer lugar, con respecto a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, hay que saber que sus decisiones se ven afectadas por factores políticos geoestratégicos. Es decir, no hablamos de un proceso imparcial e impecable. Por otra parte, la notoria "coexplotación" de los recursos energéticos tiene que ver con el reparto del botín entre los diversos monopolios, no con los pueblos.

El KKE defiende los derechos soberanos porque considera que estos no pertenecen a la burguesía. La clase obrera, las capas populares tienen voz y voto y el KKE presta la atención necesaria a las zonas marítimas a las que tiene derecho el país, porque lucha para que se conviertan realmente en propiedad popular, para que las explota a su favor, en cooperación con otros pueblos".

Elisseos Vagenas destacó que "no puede haber "unanimidad nacional" con los que convierten a Grecia en un inmenso campo militar de EE.UU y de la OTAN, poniendo a nuestro pueblo en el punto de mira". Además se refirió a la lucha común de los pueblos de Grecia y de Turquía, los objetivos comunes de esta lucha, tal como quedan descritos en la reciente declaración conjunta del KKE y del TKP, contra las clases burguesas, para la salida de los países de las uniones imperialistas de la UE y de la OTAN, para la abolición de la explotación del hombre por el hombre y la satisfacción de las necesidades populares contemporáneas, la erradicación de las causas que llevan a los pueblos como carne a los cañones de la guerra imperialista", y agregó que: "En estos desarrollos, la cuestión principal es dejar claro que el capitalismo no solo es anticuado y no tiene nada positivo a ofrecer a los pueblos, sino además que es peligroso porque está íntimamente ligado con la guerra. Las clases burguesas y las uniones imperialistas son enemigos de los pueblos. No podemos esperar que los lobos cuiden las ovejas.

En la medida en que se entienda la verdad, el movimiento obrero-popular se fortalecerá y pasará al contraataque, para sacar nuestro país de los planes y las organizaciones imperialistas, con el pueblo soberano en su país y con la realización de la consigna "ni tierra, ni mar a los asesinos de los pueblos".