El KKE ha realizado los días anteriores a la huelga del 28 de febrero un extenso trabajo político con sus cuadros en toda Grecia realizando cientos de concentraciones, reuniones, visitas y discursos en centros de trabajo en apoyo de la huelga, destacando que “la gran patronal, el gobierno y el Estado deben sentir el “aliento caliente” del pueblo luchador y decidido. Las ganancias de los capitalistas están sofocando las necesidades del pueblo. La justa lucha por el derrocamiento del sistema es nuestro “oxígeno”.

El Secretario General del Comité Central del KKE, Dimitris Koutsoumbas, habló en una concentración el miércoles 26 de febrero en Peristeri, un barrio popular en el oeste de Atenas, y el jueves 27 de febrero los trabajadores en la fábrica “Hellenic Train” en el Pireo.

En estos discursos Dimitris Koutsoumbas subrayó la importancia del éxito de esta huelga y dijo entre otras cosas: “Lo que en última instancia asusta al sistema y sus gobiernos es que los trabajadores se enfrenten activamente a la ganancia capitalista, este gran culpable de todos los crímenes atroces cometidos por todas partes, de todos los sucesos trágicos como lo de Tempe que ocurren en este sistema. Por eso la consigna de esta gran huelga del viernes debe ser la consigna que nació en las manifestaciones y huelgas que tuvieron lugar justo después de este crimen, la consigna que se gritó con fuerza un año tras el crimen en Tempe “¡Sus ganancias o nuestras vidas!”. La intervención del pueblo, y sobre todo la posibilidad de que se encuentre con la propuesta política de salida del KKE, es lo que los temen los oficiales del Estado, y por eso sobre estos dilemas falsos u otros similares que crearán en el futuro, intentarán basar el esfuerzo de reformar la escena política. Saben muy bien que ningún gobierno burgués –sobre todo en estos tiempos- no puede durar mucho. Tarde o temprano tendrá que enfrentarse a las consecuencias de su política [...]

La solución es “adelante” y no en recetas que han sido probadas y traen decepción y negación, y nos hacen dar pasos hacia atrás. Nosotros tenemos confianza en la fuerza del movimiento obrero-popular organizado para determinar los desarrollos a su favor hasta el final. Tenemos confianza en nuestra causa justa, en la lucha por una nueva organización de la economía y de la sociedad, en que nuestras vidas no sean un coste, en que la satisfacción de las necesidades del pueblo y de la sociedad sea el motivo del desarrollo de la economía, en que sea abolido el beneficio capitalista y el pueblo tenga el poder.

En dicha sociedad las grandes fábricas, la infraestructura serán socializadas y con una planificación científica central se desarrollará todo el potencial productivo del país, teniendo como objetivo el bienestar popular y no las ganancias para un puñado de parásitos. Miramos adelante, libramos con decisión todas las luchas que están en curso.

En las horas que quedan, hacemos todo lo posible para que la huelga del 28 de febrero sea la mayor huelga de los últimos años. Para que fracasen todos los que temen la intervención del pueblo. Para que el pueblo salga más fuerte para las próximas luchas que debemos librar.”

27.02.2025