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Los pueblos de Europa pueden romper las cadenas de la UE y de los monopolios

En un acto político del KKE en Bruselas, en un aula del parlamento, habló el viernes 21 de febrero el Secretario General del CC del KKE, Dimitris Koutsoumpas. El título del acto fue: “95 años del KKE – Los comunistas en la vanguardia de la lucha de clases por el Socialismo – Condenamos el anticomunismo”.

 

En el evento tomaron parte representantes del Partido del Trabajo de Bélgica, de AKEL y del Partido Comunista Portugués.

A continuación el discurso: 

“Queridos amigos y amigas

Camaradas:

El evento del KKE hoy en el Parlamento Europeo bajo el título: “Los comunistas en la vanguardia de la lucha de clases por el Socialismo – Condenamos el Anticomunismo”, es un verdadero desafío. Un desafío contra los que tratan de hacer “el blanco negro”, que pretenden conscientemente y de manera organizada escribir de nuevo la Historia, especialmente la Historia de los últimos 100 años, empezando por la Gran Revolución de Octubre y enfocando particularmente en la Historia de la II Guerra Mundial.

Es un desafío a la propia Unión Europea que dirige ideológica y prácticamente la ofensiva antisocialista como demuestra su “Posición Común” contra Cuba así como con sus mecanismos ideológicos y políticos que juegan un papel principal en una campaña peligrosa para los pueblos que pretende difamar el movimiento obrero, el movimiento comunista y el socialismo que hemos conocido.

La elección del tema no es casual. Especialmente en esta circunstancia, en esta fase que se ha revelado a los pueblos de Europa el papel reaccionario de la Unión Europea, como unión del capital y enemigo de los pueblos.

La crisis económica capitalista ha revelado el papel de esta unión de los monopolios que existe para exprimir a los pueblos, para servir la rentabilidad de los grupos monopolistas. Es una unión que desde el primer momento de su fundación tiene un frente abierto contra los países socialistas, las luchas de los pueblos, el movimiento obrero y popular, la lucha antiimperialista, la lucha por una sociedad libre de la explotación capitalista.

Hasta las elecciones europeas en mayo tendremos la oportunidad de señalar estos aspectos acerca de la construcción imperialista llamada Unión Europea, que desde luego no es la “Europa”, como quieren convencernos. La Europa de los pueblos, de los derechos, de la prosperidad popular, del socialismo surgirá de la demolición de esta construcción reaccionaria, corrupta y podrida. Por eso debe sufrir golpes en cada país, en toda Europa. La necesidad del poder popular con la socialización de la riqueza que producen los pueblos de Europa, con la liberación de las cadenas de la Unión Europea y de la Unión Económica y Monetaria, es lo que puede planificar el futuro, el desarrollo con trabajo estable y fijo para todos, sin desempleo, con derechos y libertades que empiecen desde el centro de trabajo, el sector y se extiendan hasta los órganos centrales del poder popular, con el propio pueblo siendo el protagonista, el dueño verdaderamente libre y soberano de su vida.

Este evento es una prueba más que el KKE, el movimiento obrero y popular en Grecia, no tiene ninguna intención de inclinarse la cabeza al ataque calumnioso que distorsiona la verdad y hará todo lo que es posible para hacer llegar a los trabajadores la verdad sobre la contribución de los comunistas, de los países socialistas a la gran causa de la abolición de la explotación del hombre por el hombre.

Seguiremos aprendiendo de las conquistas, así como de las debilidades, los errores, las desviaciones de nuestra teoría, que en fin llevaron a la restauración del capitalismo en los antiguos países socialistas.

No renunciaremos al esfuerzo y a la lucha por el poder obrero y popular, por la construcción de la nueva sociedad, la sociedad socialista-comunista. No somos nihilistas, “no vamos a tirar al niño con el agua de bañarlo”, como hacen las fuerzas oportunistas, que juegan un papel principal en el llamado “Partido de la Izquierda Europea” y abrazan todas las construcciones ideológicas burguesas anticuadas para justificar su integración y su manipulación por la burguesía, el hecho que abandonaron la lucha por el cambio radical de la sociedad, por el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo.

Agradecemos a las y los amigos que respondieron a la invitación del KKE, agradecemos particularmente a los camaradas de los Partidos Comunistas y Obreros que asisten el evento de hoy. Nuestro partido está comprometido con el principio del internacionalismo proletario, actúa como parte del movimiento comunista y en este sentido está de todo modo al lado de los partidos que actualmente están sufriendo en sus países la ofensiva anticomunista abierta, un anticomunismo sin precedentes, la prohibición de partidos, de símbolos, la prohibición de la defensa del camino de desarrollo socialista.

En los años que han transcurrido, nuestro Partido ha puesto de relieve estos asuntos varias veces tanto en el Parlamento Europeo como en Grecia, a través de los medios de comunicación, así como con protestas y movilizaciones fuera de las embajadas de los países que aprueban este tipo de medidas subrayando que los comunistas en estos países tienen todo nuestro apoyo.

Este tema concierne la acción común de los partidos comunistas y obreros; es un frente permanente en la lucha ideológica y política a la que debemos responder. Tomamos en cuenta de que la burguesía y los apologistas que defienden el sistema de explotación están utilizando todos los medios para mancillar la lucha de los comunistas y difamar el socialismo construido en la Unión Soviética y en los demás países socialistas.

No es un ataque al azar. Se enfocan en el pasado para atacar el presente y lo que saben que está por venir en el futuro. A través del ataque contra la URSS y los demás países socialistas, quieren convencer a los pueblos de que el desarrollo histórico se ha detenido en el capitalismo. Que los trabajadores, las demás capas populares no pueden esperar una sociedad diferente, donde los medios de producción estarán en sus manos, donde ellos mismos planificarán la satisfacción de sus necesidades contemporáneas, pero habrá que limitarse en “pequeñas reparaciones” del capitalismo, en el esfuerzo inútil de “humanizarlo”.

Una clara demostración de ello son los acontecimientos sangrientos en Kiev de Ucrania que están conectados con la intervención de la Unión Europea y de los EE.UU. en los desarrollos en Ucrania, así como con la restauración capitalista en este país y la intensificación de la rivalidad dura de estas potencias con Rusia para el control de los mercados, las materias primas y las red de transporte del país.

Pero para el pueblo de Ucrania la solución no es ni su vinculación con la Rusia capitalista actual, ni con la UE capitalista y la OTAN. La solución para el pueblo es trazar el camino hacia el socialismo, el camino de la cooperación equitativa con los países vecinos, con los países de todo el mundo. Tal como vivió y creó con paz, progreso y desarrollo, hace décadas, en el marco de la Unión Soviética.´

Esto explica el hecho de que –según los sondeos- la mayoría abrumadora del pueblo de Ucrania añora aquellos años, los años del socialismo.

Queridos amigos y amigas

Camaradas:

El noviembre del año pasado fue el 95 aniversario de vida y actividad del KKE. La trayectoria histórica del KKE justifica la necesidad de su existencia en la sociedad griega. El KKE dio contenido político a las luchas obreras contra la explotación capitalista que resultó a muchos muertos, torturados y perseguidos.

Confrontó la represión estatal de todas las formas del poder burgués. Mostró resistencia en condiciones de clandestinidad particularmente duras en varios períodos.

Desempeñó un papel principal en la lucha armada contra la “triple ocupación” fascista a través de la Resistencia de EAM-ELAS-EPON. Dos veces, en diciembre de 1944 y en la lucha de los tres años (1946-1949) del Ejército Democrático de Grecia (DSE), el movimiento obrero y popular amplio, encabezado por el KKE, entraron en conflicto armado contra el poder burgués, que fue apoyado por la intervención militar imperialista directa de Gran Bretaña inicialmente y de los EE.UU. a continuación.

En su trayectoria de 95 años ha luchado contra la idea de la colaboración clasista entre los explotadores y los explotados, contra la sumisión a los explotadores, ha defendido las conquistas obreras y populares.

Hoy día, el KKE tiene una base teórica, histórica y programática elaborada de manera colectiva, que puede proporcionar una metodología y una dirección de estudio de relativamente nuevos fenómenos u otros aspectos de su Historia, así como del movimiento comunista internacional.

La evaluación del Partido en el 18º Congreso con respecto al socialismo que hemos conocido en la URSS, el Ensayo de la Historia del Partido durante el período 1949-1968 que fue discutido en todo el Partido y fue aprobado por la Conferencia Nacional, el Programa actual del Partido y las resoluciones del 19o Congreso en general nos permiten en nuevas bases sólidas dar pasos hacia delante, con fuerza, con decisión, para que el curso de la restauración de las características revolucionarias del Partido sea irreversible, utilizando la experiencia de la historia del movimiento comunista en Grecia, en Europa y en todo el mundo.

Esta es la fuente que asegura su continuidad así como su vitalidad y su juventud. El KKE avanza hacia el 100 aniversario de su existencia, de luchas y sacrificios, permaneciendo el partido más “joven”. Representa lo nuevo, lo necesario, el único futuro progresista para la humanidad: la liberación de la clase obrera de la explotación, el establecimiento de las nuevas relaciones sociales, la propiedad social sobre los medios de producción, la planificación central, la participación activa de los trabajadores en la organización y administración de la producción social y de los servicios sociales, es decir representa el socialismo-comunismo.

El KKE es consciente de la gran responsabilidad que tiene frente a la clase obrera y el pueblo que sufre: con el resurgimiento del movimiento obrero y el fortalecimiento de la Alianza Popular para que corresponda hoy a la tarea de defender y reclamar los derechos obreros y populares para las necesidades de los jóvenes y el deber de luchar por el derrocamiento del sistema capitalista de explotación, para la construcción de la sociedad socialista-comunista.

Amigos y camaradas:

Nuestro partido en su larga trayectoria ha defendido la gran Revolución Socialista de Octubre, la contribución del Socialismo en la Unión Soviética y en los demás países de la construcción socialista.

La contrarrevolución y el derrocamiento del socialismo no pueden eliminar la trayectoria histórica que demostró las ventajas de la nueva sociedad socialista. Esto no significa el fin de la lucha de clases, de los levantamientos sociales y de las revoluciones. Sacamos experiencia de la derrota temporal; los errores que se cometieron no se pueden equiparar con la naturaleza clasista criminal del capitalismo en su fase imperialista. El socialismo dio un gran paso hacia atrás, pero el capitalismo no tiene futuro. El siglo 21 será el siglo de las nuevas revoluciones, del camino victorioso del socialismo-comunismo.

La construcción del socialismo en la URSS y en otros países muestra a los pueblos que puede haber una salida de la crisis capitalista que abraza cada vez más países, una salida a los impasses del capitalismo que están apretando el cerco a los sectores populares y obreros, una salida que esté a favor del pueblo.

Porque el socialismo ha mostrado por ejemplo que puede haber un sistema sociopolítico que eliminará la plaga de nuestra época, el desempleo. Un sistema que puede consolidar y asegurar no sólo el derecho al trabajo para todos, pero además un alto nivel de educación gratuita, así como servicios de sanidad gratuitas. Un sistema que asegurará la vivienda popular, servicios de alta calidad para la vida del pueblo (calefacción, electricidad, alimentación, servicios municipales, medio ambiente etc.)

Quisiera destacar que por mucho que la Unión Europea y las demás fuerzas burguesas traten de inculcar en la conciencia de los pueblos y sobre todo de la juventud la “teoría de los dos extremos” que es inaceptable y carece de base histórica, la equiparación del fascismo con el comunismo, la contribución de la Unión Soviética a la victoria antifascista ha escrito páginas de oro en la Historia.

Una victoria que fue firmada con la sangre de 20 millones de ciudadanos soviéticos, con la sangre de 2 millones de miembros del partido bolchevique, con la sangre de cientos de miles de militantes antifascistas-comunistas en Grecia y en otros países europeos.

El 23 de febrero, en dos días, es el aniversario de la fundación del Ejército Rojo, que aplastó las hordas fascistas, en Leningrado, en Stalingrado, en Moscú, en Kursk y el 9 de mayo levantó la bandera roja en Reichstag. La Unión Europea trató de borrarlo con la caracterización inadmisible de este día como “Día de Europa” en lugar de Día de la Victoria Antifascista.

El 23 de febrero es también el aniversario nuestra Organización Nacional Unificada de la Juventud (EPON) que fue una importante fuente de fuerza en la lucha antifascista. En las ciudades, en las universidades, en las escuelas, en las fábricas, en los barrios los miembros de la EPON, hombres y mujeres, lucharon por el pan y la libertad, organizaron asociaciones políticas-culturales de aprendizaje y actividad creadora.

Desde el primer momento lucharon contra la movilización forzada llevada a cabo por los alemanes, contribuyeron a la lucha contra el hambre, tuvieron un papel principal en las manifestaciones en las ciudades, en las huelgas y los sabotajes contra el enemigo. Miles de jóvenes militantes de la resistencia, los llamados “águilas jóvenes”, se convirtieron en ejemplos brillantes para el pueblo y para la juventud, iluminando con sus ideales el camino de la lucha incesante. Fueron militantes del Ejército Popular de la Liberación Nacional (ELAS) y luego del Ejército Democrático de Grecia (DSE), dando una lucha excepcional en la fase culminante de la lucha de clases en la historia de nuestro país.

Amigas y amigos

Camaradas:

La Unión Europea difama de manera sistemática el socialismo y ha convertido el anticomunismo en su ideología oficial.

En cada oportunidad, el personal político de la Unión Europea asegura el capital de su intención de intensificar la campaña anticomunista, calumniar el socialismo que hemos conocido, equiparar el comunismo con el nazismo y tomar medidas para reforzar el sistema político burgués y la construcción imperialista, como es la criminalización de la existencia y la actividad de las Juventudes Comunistas y los símbolos, mientras llevan a cabo persecuciones contra los comunistas.

Un aspecto de la histeria anticomunista es el informe de la Comisión Europea titulado “La memoria de los crímenes cometidos por los regímenes totalitarios en Europa”. En esta base se han organizado actos para la “comprensión de los crímenes de lesa humanidad tanto por los nazis como por el régimen soviético”. De hecho, la Unión Europea ha establecido el 23 de agosto como día en memoria de las víctimas de “regímenes totalitarios”, equiparando el socialismo con el nazismo.

Con resoluciones especiales promueve versiones anticomunistas de la Historia (por ejemplo el genocidio en Ucrania o la contrarrevolución en Hungría), mientras que con la resolución-marco 2008/913 del Consejo de Justicia y de Asuntos Internos de la Unión Europea, promueve la criminalización de los diferentes puntos de vista históricos, por ejemplo en torno a los llamados “genocidios”.

La ola de la histeria anticomunista se extendió rápidamente en los últimos años. En ello contribuyeron el informe del eurodiputado sueco G. Lindblad el 14 de febrero de 2005 en el Comité Político de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que votó mayoritariamente a favor del memorándum anticomunista titulado “Necesidad de una condena internacional de los crímenes de los regímenes comunistas totalitarios” y lo remitió a la Sesión Plenaria del Consejo a finales de 2006.

Es indicativo que hoy día, como consecuencia de los acontecimientos  contrarrevolucionarios en Europa, la intervención anticomunista de la Unión Europea y del Consejo de Europa, en una serie de países hay medidas de persecución de los partidos comunistas, como en los países bálticos, Polonia, Rumania. En otros casos, hay restricciones en el uso de los símbolos comunistas como por ejemplo en Hungría o en otros países, o regulaciones anticomunistas como en la República Checa y Eslovaquia.

Destaca la necesidad de fortalecer la solidaridad con los comunistas perseguidos, con los partidos comunistas que enfrentan obstáculos a su actividad, teniendo como fin su confrontación decisiva y su eliminación.

La Unión Europea, que desempeña un papel principal en el anticomunismo, se ha encargado de este papel ni por ignorancia de la Historia ni porque no reconoce la contribución de los comunistas en las luchas obreras y populares, en las luchas por el progreso social, por la paz, por los derechos sociales y democráticos, la justicia y la prosperidad social.

La Unión Europea como una unión interestatal imperialista, como Comunidad Económica Europea en 1957 cuando se fundó y a continuación como Unión Europea, es una unión de los monopolios, cuya estrategia es el ataque contra los derechos obreros y populares. Las “libertades” que admite, la libertad de circulación de capitales, mercancías, servicios y mano de obra que están descritas en el Tratado de Maastricht, votado por todos los demás partidos en nuestro país, son unas “cadenas” bien pulidas para los trabajadores, es un “peso muerto” que arrastra a todas las conquistas sociales y políticas logradas en los últimos 100 años por los trabajadores con sangre y lucha y con la contribución significativa del movimiento comunista.

No existe ni siquiera una resolución o directiva de la Unión Europea que no haya llevado a la concentración de la riqueza, es decir del capital, al saqueo de ganancias obreras, a la destrucción de campesinos pobres y de trabajadores autónomos.

Con la complicidad de los gobiernos liberales y socialdemócratas de los Estados miembros se imponen a los pueblos medidas constantemente más reaccionarias.

La gobernanza económica reforzada, el pacto de estabilidad, el semestre europeo, la unión bancaria son instrumentos antipopulares duros al servicio del capital.

Desde el 1 de enero de 2014 se ha reforzado la supervisión, el control de la unión imperialista sobre cada Estado miembro, independientemente de si se ha impuesto o no un memorándum, independientemente del nivel de la deuda y del déficit.

La Unión Europea con la mayoría de sus Estados miembros siendo al mismo tiempo miembros de la OTAN organiza la guerra con medios económicos, políticos y militares. Llevó a cabo una guerra en el terreno de Europa, participa a los planes de intervención en Asia, África, hoy en la República Centroafricana. Va mano a mano con los EE.UU. en cuanto al anticomunismo y la confrontación del movimiento con la legislación contra el terrorismo.

La Unión Europea no es una unión de solidaridad; se caracteriza por la desigualdad en las relaciones, el desnivel, los antagonismos duros.

Es una unión que no puede cambiar, ni democratizase, ni humanizarse, como sostiene el Partido de la Izquierda Europea y SYRIZA en Grecia. No hay espacio para ilusiones. Ninguna supuesta negociación, ninguna alternancia en el gobierno entre coaliciones de centroizquierda o de centroderecha, o de supuestas “izquierdas” en algunos Estados miembros, ningún cambio de presidente de la Comisión puede alterar esencialmente el carácter reaccionario y antipopular de la Unión Europea porque ésta fue establecida y opera para proteger los intereses de los monopolios a expensas de los derechos obreros y populares.

Por su propia naturaleza, la Unión Europea es hostil al movimiento comunista, lo trata conscientemente como enemigo, incluso en este momento que nuestro movimiento está en retirada. Es posible que considere el momento histórico como “una oportunidad de oro” con la campaña anticomunista contra el movimiento comunista, para que tenga la oportunidad de continuar sin obstáculos e intensificar sus políticas contra los trabajadores y el pueblo.

Sin embargo, nosotros en Grecia decimos que “cuentan los pollos antes de que nazcan”.

 

Amigos y camaradas:

El fortalecimiento del KKE y de los partidos comunistas de Europa que luchan contra esta alianza depredadora, en las próximas elecciones europeas también, enviará a los pueblos un mensaje de resistencia y de perspectiva. Puede reforzar el movimiento obrero y popular. Puede fortalecer la condena de las persecuciones anticomunistas, de incitación de cuestiones existentes y no existentes de minorías en los Estados miembros, la lucha contra el nazismo-fascismo, contra el racismo y el nacionalismo, contra los campos de concentración de trabajadores extranjeros.

Será una contribución contra la línea política imperialista de la Unión Europea, que a pesar de los pretextos, se dirige contra los pueblos de África, del Oriente Medio, de Cuba.

El fortalecimiento de los partidos comunistas puede arruinar los planes de los capitalistas, fortalecer los obstáculos contra la política antiobrera y antipopular de la Unión Europea y de los gobiernos burgueses.

Hay que fortalecer la cooperación entre los partidos comunistas y obreros que se oponen constantemente a la Unión Europea y al ataque del capital en Europa. En este esfuerzo es de particular importancia el surgimiento de una nueva forma de cooperación regional de partidos comunistas y obreros, de la “Iniciativa Comunista Europea” en que ya participan 29 partidos de 26 países de Europa y que está abierta a otros partidos que están de acuerdo con su Declaración Fundacional.

Estamos convencidos de que los pueblos de Europa pueden Infligir un duro golpe conjuntamente contra la Unión Europea de los monopolios, de las guerras imperialistas, del capitalismo.

De tal modo, puede haber continuidad en cada foco de cuestionamiento, de protesta, de reivindicación de una perspectiva diferente para los pueblos. Está en nuestras manos convertir el movimiento popular en Europa en un polo de cooperación y actividad antimonopolista y anticapitalista, en contrapeso a la guerra, al imperialismo, a la violencia del capital.

Para que sople un nuevo viento de optimismo, de revitalización del movimiento obrero, para la emancipación de los movimientos populares y para que se allane el camino por cambios sociales y políticos radicales, tanto a nivel nacional, como europeo e internacional.

La propuesta política del KKE para la retirada de la Unión Europea y la cancelación unilateral de la deuda, con el poder obrero y popular y la socialización de los monopolios corresponde a los intereses populares y puede dar fuerza a la lucha de la clase obrera, de los sectores populares tanto en Grecia como en los demás países de Europa.

Los pueblos pueden romper las cadenas de los monopolios, del capitalismo, y abrir el camino para la Europa del socialismo.

En las elecciones europeas, el 25 de mayo de 2014 les llamamos a fortalecer el KKE en Grecia, fortalecer los Partidos Comunistas y Obreros que luchan de manera firme y con consecuente contra la Unión Europea de los monopolios, contra la explotación del hombre por el hombre.

Para que vengan días mejores para los pueblos de Europa, con prosperidad popular, con trabajo y con derechos para todos, con amistad, cooperación, solidaridad internacionalista de clase.”