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Sobre la “Declaración de La Paz” y el polvo socialdemócrata en los ojos de los pueblos
Hace unos días, con motivo de la juramentación del nuevo presidente de Bolivia, Luis Arce, se dio a la publicidad la denominada “Declaración de La Paz”, un texto firmado por “personalidades de izquierdas” y “líderes progresistas” de 11 países. Entre las firmas está la de Alexis Tsipras, presidente de SYRIZA socialdemócrata, cuyo gobierno administró el capitalismo en Grecia durante el período 2015-2019. La política antipopular bárbara contra el pueblo griego, el desmantelamiento de derechos obreros-populares, la represión de las luchas populares, la defraudación de expectativas, que había fomentado SYRIZA en las capas populares, han llevado hoy al partido de la derecha, la ND, al gobierno. El gobierno de “derechas” encontró un “camino allanado” por el gobierno de “izquierdas” de SYRIZA, tanto para la continuación de la política antipopular en asuntos internos, como en la política exterior. SYRIZA se había encargado de desarrollar relaciones estrechas con el gobierno de Donald Trump, a través de un “acuerdo estratégico con EE.UU.”, preparado por su gobierno y ratificado por la ND, que prevé la multiplicación y la expansión de las bases militares de EE.UU-OTAN en Grecia, etc.
Por supuesto, entre los firmantes hay también otros representantes de la vieja y nueva socialdemocracia, que han sido probados en la gestión del capitalismo contra los pueblos, como José Luis Zapatero (socialdemócrata, ex primer ministro de España), Dilma Russef (socialdemócrata, ex presidenta de Brasil), Rafael Correa (ex presidente de Ecuador y uno de los representantes del llamado “Socialismo del siglo XXI), Pablo Iglesias (de “Podemos”, hoy día ministro en España), así como oportunistas políticamente quebrado como Jean-Luc Mélenchon (de “Francia insubordinada”).
El texto en sí no es más que un manifiesto de absolución del sistema capitalista. Distorsiona el carácter de la crisis capitalista, afirmando que su causa es el Covid-19, echa la culpa exclusivamente a la versión neoliberal de su gestión por el fracaso absoluto de todos los gobiernos burgueses de confrontar la pandemia, exalta la democracia burguesa y condena la ultraderecha, entre otras cosas celebrando indirectamente la elección de Biden en EE.UU…
Lo anterior, aunque no ha sido una sorpresa, es como mínimo una provocación, cuando por ejemplo vemos la firma del presidente de SYRIZA, cuyo gobierno degradó aún más el sistema de salud público en Grecia, no abrió ninguno de los hospitales que cerraron en 2013, redujo aún más el presupuesto estatal para la Salud, redujo el número de médicos, de enfermeros y las camas de UCI. Alexis Tsipras, que celebra la derrota de Trump, a quien calificó como “diabólicamente bueno”, participando en todos los planes de EE.UU.-OTAN en nuestra región. Con la firma de Tsipras procedió el Acuerdo de Prespa para la expansión de la OTAN criminal en los Balcanes. Durante el gobierno de SYRIZA, la policía golpeó la manifestación del PAME y del movimiento popular que estaban protestando contra el tratado greco-estadounidense. SYRIZA que en la “Declaración de la PAZ” supuestamente se preocupa de la ultraderecha, gobernó durante 5 años junto con el partido de ultraderecha, ANEL. Y estos son solo unos ejemplos indicativos de una lista muy larga…
Este tipo de declaraciones pretenden una vez más arrojar polvo en los ojos de los pueblos, por el papel y las responsabilidades de todo tipo de administradores “de izquierdas” de la barbarie capitalista. Por mucho que las fuerzas de la socialdemocracia, como SYRIZA, intenten volver a presentarse como fuerzas “favorables al pueblo” y “progresistas”, hay muchas pruebas y mucha experiencia. Han sido registrados para siempre por el pueblo griego y los demás pueblos como fuerzas antipopulares que han servido plenamente los intereses del capital, de los monopolios y los imperialistas.
Publicado en el diario “Rizospastis” 14/11/2020